Witericus

Donde la sencillez se convierte en espectacular. Le damos 5 estrellas porque no se les puede dar 10. El alojamiento rural sencillo y con mucho encanto para reponer fuerzas en el Camino. El desayuno y la cena con productos de la zona, guisados por encargo a gusto del comensal. ¡Un lujo! Si tiene wifi pero no TV, así que te ayuda a desconectar y disfrutar del entorno.

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Lugar espectacular,las anfitrionas,un encanto y si te gustan los animales,déjate querer por su colonia de más de 17 gatos 😍😍😍😍😍enamoradas salimos del lugar

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El lugar me pareció estupendo lo único que quizás se echa de menos son unos exteriores atractivos. Las dos chicas muy amables, nos atendieron de maravilla. La habitación muy limpia y los colchones de las camas estupendos para pasar la noche tras una buena caminata.

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Uno de los mejores alojamientos en mitad del Camino. Un lugar tranquilo al que le dan vida sus 22 respetuosos y cariñosos gatos. Un trato excepcional, siempre dispuestos a ayudarte en lo que necesites. Limpieza y cuidado por bandera y una carta de comida súper económica.

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La estancia fue perfecta en todos los sentidos, pudimos disfrutar de la tranquilidad del lugar por la localización que tiene, las chicas que llevan el local fueron muy atentas en todo momento, haciendo que el trato que nos daban nos permitirá disfrutar del sitio y relajarnos por completo. La comida que servían era casera y recién cogida del huerto.En mi caso tuvieron en consideración el echo de que no puedo comer gluten y me adaptaron platos, eso sí hay que avisar con antelación por si tienen que comprar algo. La cabaña donde dormíamos estaba muy limpia y los colchones eran muy cómodos. Sin duda una parada que merece la pena en mitad de etapa si haces el Camino de Santiago.

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