Vermutería Lola

La tabla de quesos nos han cargado 4,50€ extra por pan. La cerveza mismos tamaños una vez 3€ y otras veces 5€ por una caña… la copa de Portia (botella 6€ en supermercado) a 4€, unas patatas fritas bolsa 3,70€ y la tabla de quesos básica 18,90€. De toda mi vida, sin ninguna duda, que es la vez que más me han timado y más me han engañado. Cargando sobreprecios (más del 5% indicado en carta), cobrándome pan cuando está incluido con la tabla de queso y un servicio acompañado por palomas encima de todas las mesas comiéndose el resto de las comidas. Caímos aquí por casualidad y sinceramente ha sido lamentable revisar el ticket y ver todos los cargos extra que han tenido… Muchas gracias. Un saludo.

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La visita a Vermutería Lola fue, en una palabra, decepcionante. Desde el comienzo, el servicio resultó lento y desinteresado. Al llegar, tuvimos que esperar a que alguien nos atendiera, y cuando finalmente lo hicieron, todo fue apresurado y sin ningún tipo de atención al detalle. El camarero parecía poco motivado, como si nuestro pedido le molestara; no se tomó la molestia de asegurarse de lo que pedíamos, lo que resultó en platos equivocados y, además, un intento de cobro incorrecto. En cuanto a las tapas, la experiencia fue igualmente frustrante. Los precios eran elevados para la cantidad mínima que servían, y en términos de sabor y calidad, quedaron muy por debajo de nuestras expectativas. La relación calidad-precio simplemente no se justificaba. Al expresar nuestro descontento, en lugar de recibir una respuesta profesional, el camarero reaccionó mal y fue a quejarse con la encargada, diciendo que lo habíamos “tratado mal”. Lo único que habíamos hecho era señalar las fallas en el servicio. Para empeorar las cosas, la encargada y otros empleados comenzaron a hablar de nosotros en la entrada, pensando que no comprendíamos catalán, pero entendimos perfectamente sus comentarios poco profesionales. En resumen, un lugar con un servicio deficiente, comida sobrevalorada y un ambiente que no da la bienvenida al cliente. No volvería ni lo recomendaría.

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La experiencia en Vermutería Lola fue decepcionante de principio a fin. Desde que llegamos, la atención dejó mucho que desear: el personal tardó en recibirnos y, cuando finalmente lo hicieron, fue de forma apresurada y sin atención a los detalles. El joven que nos atendió lo hizo con desgana, como si nos estuviera haciendo un favor. No prestó atención a nuestro pedido, trajeron los platos mal, y luego intentaron cobrarnos de más. En cuanto a las tapas, realmente una tomadura de pelo: carísimas y ridículamente pequeñas. No solo la cantidad es insuficiente para el precio, sino que tampoco justifica lo que esperábamos en términos de calidad o sabor. Cuando expresamos nuestra inconformidad, el camarero reaccionó de forma poco profesional y fue a quejarse con la encargada, diciendo que lo habíamos “tratado mal.” En realidad, solo le mencionamos que el servicio había sido pésimo. Como respuesta, la encargada y el resto del equipo se pusieron a hablar mal de nosotros en la puerta, pensando que no entendíamos catalán. Lamentablemente para ellos, entendimos perfectamente su falta de respeto y educación. En resumen: servicio nefasto, comida decepcionante y un ambiente que no hace sentir bienvenido al cliente. No recomendaría este lugar a nadie.

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Una vermuteria pequeñita con una terracita para tomarte algo tranquilamente está bien para pasear por el casco antiguo y tomarte algo en la terracita. Los vermout no están mal y de cantidad bien. La terracita estaba llena de gente tomando algo. Si que el 5 % de la terraza se hace más costó pero bueno almenos las visitas están bien

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La comida estuvo genial, pedimos los dos planxats tanto el mallorquí como el de trufa y estaba espectacular. También, las olivas están súper buenas. El único pero fue la camarera morena que su actitud hacia el público no es la mejor. La otra camarera genial.

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