sweet valery

HABANERO CAFE se llama ahora, servicio pésimo y local poco cuidado, la atención del personal deja mucho que desear.

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Estuve el domingo y la experiencia no fue buena. Ya había ido en otras ocasiones y las primeras veces fue bien. Pero no sé qué ha pasado últimamente, pero ha cambiado un poco. Los dulces tienen mucho azúcar, a ver no me malinterpretéis, obviamente tienen azúcar, pero no creo que haga falta echarle por encima o debajo, es demasiado. He ido tres domingos por la tarde y los dulces están duros y no son del día. Entiendo que haces una cantidad y no lo vas a tirar, pero las palmeras o incluso los cruasanes están muy duros. Incluso los donus se quedan duros. Yo he probado dulces de aquí y me han gustado, están buenos, pero si pasan mucho tiempo en el expositor se quedan duros. Las camareras atienden lentas o directamente no te atienden. Ayer que estuve por la tarde, me senté con mi familia y no nos atendieron. Estuvimos esperando un buen rato. Nos fuimos porque nadie vino a atendernos. Y no fuimos los únicos, vi a otros que se levantaron y se fueron. Incluso gente que habían pedido pero tardaban tanto en llevarles el pedido a la mesa que se fueron. Entiendo que pueda haber mucha gente, pero creo que no están bien organizadas. Porque cuando nos levantamos vimos a las camareras hablando y no estaban atendiendo, además hubo un señor que se quejó porque no lo habían atendido. Iban como aceleradas pero sin saber qué hacer. Otro aspecto que vi el domingo y no me gustó para nada fue la presencia y la limpieza. Tenían la barra súper sucia, llena de tazas, vasos, platos y café derramado. Dio muy mala impresión. La zona donde preparan los pedidos que la gente se lleva, también estaba sucia. Vi mucho desastre y poco trabajo. Me da la sensación que cuando no está la dueña no llevan bien la cafetería, no se organizan bien. Cuando la dueña está la cafetería lleva otro ritmo y al menos te atienden. Me da pena porque es una cafetería donde se come bien y al menos en las primeras veces ha ido todo bien. Y la dueña ha luchado mucho por estar ahí y mantener la cafetería abierta. No creo que vuelva porque la experiencia no ha sido grata. Espero que cambien las cosas y corrijan esos fallos.

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Literalmente 25 minutos para atendernos, y otros 20 minutos para traernos dos cafés. Entiendo que puede haber momentos de mucho estrés y mucha gente pero había 6 mesas contadas (y muchos empleados). No volvere a repetir.

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El café no estaba mal pero no nos han limpiado la mesa y estaba sucio del cliente anterior. Se lo hemos pedido, nos han dicho que venían ahora pero no la han limpiado y no había tanta gente en el local como para estar tan ocupados. Tampoco tenían tronas para bebés.

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Local limpio, camareros atentos. Gran variedad de dulces, pero yo el precio lo veo un poco excesivo una Coca-Cola, un café con leche y dos croissant 9,80€.

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La verdad que decepcionante, no puedo hablar sobre los dulces, pero si del servicio, el día 8 de Abril, no tenían carta para ver que tenían, el servicio tardo muchísimo, tuvieron que ir a la barra a reclamar que le atendieran varias mesas, mi mujer tuvo que esperar más de 15 minutos, a ser atendidas. Un sitio nuevo que, veníamos con ilusión a probar y que ya no volveremos.

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Anteriormente se llamaba Maspan y con la remodelación ha quedado muy bien, me gusta. El servicio no estaba demasiado atento para atender a las mesas, un poco perdido..., por lo que tuvimos que levantarnos de la mesa y hacerlo en barra.. Tienen una vitrina de dulces y tartas muy apetitosa, y los que pedimos estaban ricos. Repetiremos para probar otras cositas.

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