Santuario de Bellmunt

Un lugar único, vistas espectaculares, un amanecer inigualable, cama comodisima, comida exquisita, el trato de 10. Gracias Marina y Santi, hemos estado de lujo. Sin duda para repetir 100%

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Rústico, acogedor, vistas preciosas, muy amables, aire fresco. Lo recomiendo sin duda. Las habitaciones tienen vistas preciosas Se puede subir el coche al pie del hospedaje para facilitar la subida de maletas y similares. Luego hay que dejar el coche en el parking que está a 5min en una subida a pie. El acceso al hospedaje tiene escaleras.

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Vaya por delante que la crítica pretende ser constructiva ante todo, puesto que a priori a pesar de no tener la más mínima intención de volver a corto plazo sí me gustaría que fuera un sitio al que volver con ganas. Dos estrellas sin embargo: una por la ubicación del restaurante (sobra decir que es una maravilla y que las vistas son espectaculares) y la otra por la calidad de la tabla de quesos y embutidos. Cenamos anoche 5 personas, con reserva a las 20:15, en una mesa en la que no pudimos sentarnos hasta las 20:39. Si bien es cierto que prisa no teníamos, hay que añadir que pasaron otros largos 1015 minutos hasta que nos trajeron las cartas y nos tomaron nota. Eran BIEN pasadas las 9 cuando una servidora, y después de recordárselo a dos camareras, muy descoordinadas entre sí, nos traían el vino para hacer un poco más amena la espera. Elegimos la cena intentando dar en el clavo en una carta que al menos para cenar, curiosamente coincidimos todos en el adjetivo extraña (o entiéndase básica, o a elegir por descarte más que por indecisión al querer demasiadas cosas). Compartimos la tabla de quesos y embutidos, de presentación perfecta para un post de influencer y con producto de MUY buena calidad, no tanto la cantidad (nótese que por 42€ las expectativas suben). Pedir pan con tomate para cinco y que nos den dos rebanadas es cuanto menos ajustar ya a mínimos en algo tan básico como el pan. La historia se complica con los segundos que fueron los sigui

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Es un sitio muy bonito, donde te puedes quedar a dormir en una habitación para levantarte a ver el amanecer. Servicio excelente, desayuno comida y cena muy buenos, habitación suficiente. 100% recomendable.

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Hermosas vistas, la mejor atención de Marina, Santi y todo el staff, todo muy limpio, la habitación cómoda y hermosa, y el tiramisú marcó un antes y un después en mi vida. Subir a pie desde Sant Quirze toma alrededor de seis horas en una dificultad media, pero vale la pena porque es un camino muy bonito y puedes visitar el Salt de Mir.

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