Restaurante Simpar

Un auténtico homenaje para el cuerpo fue compartir mesa con unos amigos en el restaurante Simpar. Disfrutar de su menú permite probar muchos platos variados e interesantes sin tener que estar pensando en mirar una carta. Espacio relajante, muy bien decorado e iluminado. Únicamente elegimos el vino, que aunque costó de decidir, fue una auténtico acierto por sus toques amaderados en un vino blanco. Platos fantásticamente presentados con todo detalle tal y como merece la excelencia en la cocina. Todos los platos eran estéticamente atractivos pero además nos gustaron a todo el grupo, cosa tremendamente complicada. Ojalá continuen así de bien durante años. Un motivo más para visitar Santiago de Compostela. Y no nos atrevimos con los callos y aunque deben estar riquísimos el menú degustación era de por sí muy completo.

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Ha sido una experiencia increíble te atiende el mismo Áxel, quien te explica cada plato con detalle y está pendiente todo el rato. El menú de degustación ha sido espectacular, todos los platos estaban deliciosos.

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Un local completamente reformado, una atención exquisita y una comida con sabores tradicionales muy bien escogidos. Tomamos el menú conocer, de 9 platos, más que suficiente para una cena, con un vermú, un vino blanco y por recomendación del chef una copita de dulce para terminar, si no recuerdo mal “sidra helada”, la cual estaba muy buena. Tanto local como servicio y comida de maravilla, un sitio para repetir y recomendar. Gracias al equipo por la atención

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Nuevo restaurante de Áxel Smith, en pleno corazón de Santiago de Compostela. El local es totalmente nuevo, con una bonita barra al entrar y un comedor minimalista pero acogedor. La atención es excelente tanto por parte del Áxel como por el de su equipo. La comida, a pesar de que vayas sabiendo que vas a comer bien, consigue sorprender. Es de primera categoría, las texturas y sabores denotan el cariño y trabajo que Simpar pone en cada plato. De momento he podido disfrutar los callos del jueves y volveré a probar otros menús o la carta, sin ninguna duda.

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El pasado viernes vivimos una auténtica experiencia en Simpar. Reservamos una mesa para comer 3 personas. Nada más llegar, nos recibió el propio Áxel, lo cual me sorprendió positivamente, además, él mismo se encargó de recoger nuestros abrigos (otra sorpresa positiva, ver cómo a un cocinero de esa talla no se le caen los anillos con un gesto así). La comida estaba EXQUISITA. En especial la vieira que probamos (con un sabor espectacular, intenso y diferente). El resto de los platos que comimos tampoco nos dejaron indiferentes, se nota que cocinan con amor y respeto al producto y cuidando cada detalle. En definitiva, una recomendación absoluta en Santiago. Una experiencia para los sentidos.

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