Restaurante Mandala Beach

Estuvimos por la piscina y se estaba muy bien. Ideal para días de viento que no se puede ir a la playa. La entrada igual un poco cara. Probamos los nachos y estaban muy buenos y una ración contundente.

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Nos resultó un poco difícil encontrar la entrada. Hay que dar un poco de vuelta si aparcas por detrás. El sitio está bien. En las fotos parece más grande de lo que es. Si te gusta la piscina y alquilas una tumbona o una cama balinesa, estás agusto. Nosotros cogimos una balinesa (hay 2), 40 euros. La nuestra, detrás tenía una mesita baja para comer, que al estar libre la usamos y aquello quedaba como un pequeño espacio para uno. Muy cómodo. Recomiendo llevar alguna toalla o manta de playa grande para cubrir la cama (2×2) si no se pega un poco y no es cómodo. Hay varias familias con niños y no mucha gente. Por la tarde habían más chavales. También hay mesas y sofás junto a la piscina. Muy cómodo para grupos. Se come muy bien, diría que es lo mejor. No es barato, pero calidad. Nos hicieron un tataki con el lomo de atún, exquisito. Los nachos buenísimos. Buena atención y amabilidad del servicio.

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Estuvimos el martes, sin duda fue un acierto ir allí ya que hacia tanto viento que no se podía estar en la playa. El sitio de la piscina no es tan grande como parece, pero está bien para pasar el día. Hay tanto hamacas (10 €) como camas balinesas (100€ sin botella 180€ con botella). A las 16.00 empieza un DJ, sin embargo la música que pone está súper alta para un momento en el que casi todo el mundo esta de relax. Otro fallo que no me gustó es que permitan la entrada a niñ@s. Para mí no suponen un problema siempre y cuando sean educados, sin embargo aparecieron 4 niños que no paraban de gritar, salpicar en la piscina y los padres peores que ellos. Durante toda la mañana estuvimos genial, el ambiente súper agradable, hasta que llegaron estos niños y, literalmente, nos echaron. El trato de todos los camareros ha sido excepcional en todo momento, se acercan a las hamacas para tomar nota y te sirven ahí. Puedes entrar a la zona del restaurante a comer y te siguen reservando las hamacas. En cuanto a la comida, no está mal, pero la relación calidad-precio no es muy buena, ya que los precios son un poco elevados para lo que ofrecen. Las tiras de pollo a baja temperatura no las recomiendo en absoluto, tienen un sabor muy raro. En cambio, recomiendo 100% el solomillo de atún porque estaba exquisito.

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Se ha renovado en 2021 y me ha gustado mucho para comer. Bonito sitio a primera linea de playa! Han apostado por una buena cocina principalmente de pescado y no han fallado (tienen Atún, futura). Calidad a buen precio.

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Un sitio estupendo en primera línea de playa con una piscina de agua impecable unos camareros muy muy agradables y un menú y un ambiente estupendos. Me gustan estos sitios que cuidan los detalles estéticos, se nota que la decoración está pensada y estudiada pudiendo crear esquina desagradables y generando ambientes más íntimos. Está protegido del viento del Levante y de forma que es muy agradable tumbarse en este lugar cuando dicho viento azota las playas de Tarifa. Me gusta especialmente en los momentos en los que hay soledad en el y puedes tener las amplías zonas todas para ti. Adjunto una foto de la carta para que se vean los precios.

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