Restaurante La Montaña

Menú de 13,50 el primer plato, paella de pollo, el plato muy pobre, con solo dos trozos de pollo. El segundo sobras de pollo rebozado con patatas sin ninguna salsa hasta que la pedí. El postre creo que sí era casero, creo que fue lo único bueno la copa de crema de orujo que va aparte del menú, pues ya lo veis en la foto, parece las sobras de alguien. No vuelvo más

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Un lugar estupendo para comer. Atención en trato de 10. Calidad comida 10.

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Con la bebida te dan a elegir una tapa. He pedido oreja, muy rica y abundante. El trato muy bueno.

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Contrato mi amigo una habitación para 4 noches ya que estábamos dispuestos a pasar unos días disfrutando de los ríos de León y le dieron precio de 55€ habitación y 90€ en media pensión. Llegamos al hostal tras un duro día de viaje y pescata, la recepción fue en la barra del bar apuntando solo el nombre del compañero en un trozo de papel. Subimos a la habitación y se me cayó la alegría del buen día de pesca, muebles viejos ninguno acorde entre ellos mesilla de noche de los muñecos de pin y pon, faltan algunos rodapies, llaves de la luz sin escudo protector, camas con somieres de muelles viejos dados de si, colchones blanduchos que nada más sentarte se hunde, aire acondicionado viejo sin mando a distancia solo un interruptor en la pared que lo único que hacía era encender y apagar una luz roja en el split sin ningún tipo de funcionamiento, pasamos al cuarto de baño y encontramos un embase vacío de los que ponen de gel en un plato de ducha que escurria más que una pista de hielo toallas viejas más bien parecidas a trapos…. Bueno decidimos no hundirnos y medio aceptar la habitación ya que el tema de escurrirnos en ducha lo solucionamos echando una toalla al suelo, el aire acondicionado le hice funcionar gracias a la app de mi móvil y las demás deficiencias hicimos de tripas corazón y cerramos los ojos nada podría quitarnos la ilusión del viaje. La cena, admisible 12,50€ el menú por cada uno, el único inconveniente es la lucha a muerte

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Fuimos dos días consecutivos; el primero genial, cenamos muy bien, las tapas qué acompañaban a los refrescos también geniales, y aunque había mucha gente el trato del camarero fue eficiente, y muy cercano y amable. Sin embargo, el segundo día nos atendió la camarera, y no solo tardó muchísimo en traernos el pedido, y eso que no había ni la mitad de la gente que el día anterior, sino que además de no traernos tapa, cuando por fin trajo los refrescos y los colocó en la mesa de malas maneras, al intentar hablar una de las personas que estábamos ahí con el resto de nosotros, la camarera grito “¿Perdona?” de muy malas formas, haciendo callar a la persona que había hablado; creemos que porque pensó que se le estaba recriminando algo a ella. En fin...si algún día tengo que volver (porque en la zona no hay mucho más donde elegir), espero que vuelva a atendernos el camarero.

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