Restaurante La Mimbre

El sitio es perfecto para comer o cenar. El problema es que es prácticamente es el único sitio que hay en la zona. Les pedí unas aceitunas y, ya mal para empezar. La comida no era de calidad. El gazpacho, algo simple y de fácil garantía, no me pareció bueno. Bastante limitado. El revuelto ( no viene cortado obviamente) con poco sabor. El pan era chicloso. Lo siento, pero no me parece un sitio para recomendar. Espero que mejoren un poco porque el sitio es muy agradable.

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Buen restaurante en el corazón de La Alhambra, casi llegando a la entrada del Generalife. Es uno de esos lugares bucólicos a los que siempre apetece ir ya que ofrece al viajero una sensación única al estar rodeado de la naturaleza envolvente del monte en el que reposa La Alhambra. El ambiente es espectacular y el trato del personal es impecable; cercano pero sin ser agotador o impertinente como en otros lugares del centro de la ciudad. La comida está muy bien y cuidan el producto. Tengo, a nivel particular, una predilección especial por las puntillitas pero todo está muy logrado. La limpieza de zonas tanto exteriores como interiores también tiene otro punto ganado. Los baños limpios en general.

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Parada obligatoria después de visitar la Alhambra. Llegamos a las 2 después de visitar la Alhambra durante casi 4 horas y nos atendieron súper rápido. Los camareros, muy atentos, y la comida inmejorable. Pedimos entrecot que llegó muy pronto y estuvo sensacional. Mientras nos tomamos varias cervezas que siempre venían acompañadas de la correspondiente tapita gratis.

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Volver a la Mimbre . Hacía 50 años que me fuí de Granada, después de visitar en el cementerio a mis seres queridos, llegamos hasta el restaurante la Mimbre cansadas y con mucho calor, la terraza del sitio es como un oaxis que te reconforta. Allí nada había cambiado desde mi juventud y me emocioné mucho, Pedimos un menú que estaba bastante bueno y un par de cervezas fresquitas que nos sentó de maravilla. El camarero que nos atendió fue especialmente atento y el precio muy razonable. Muchas gracias

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Fenomenal. Una sopa andalusí y un rabo de toro espectacular. Nos quedamos a comer después de ver la Alhambra y lo mejor que pudimos hacer. Así puedes volver a entrar. Una muy buena idea tener un restaurante tan bueno al lado de la Alhambra.

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Para un restaurante al lado de la Alhambra, confieso que esperaba algo peor. La comida está cara, por supuesto, pero el servicio fue rápido (aunque el sitio estuviera muy muy lleno) y no hubo ningún problema con los pedidos. Pedí un Salmón a la plancha por 20 euros que no estaba mal pero era muy pequeñito -- mi novia pidió la Alpujarreña esta que era más barata y la porción era más generosa. En general, ya he comido en restaurantes al lado de sitios turísticos que fueron muy, muy peores.

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Si has subido andando desde el centro de Granada (recomiendo por el Paseo de los Tristes), te lo mereces, sobre todo si ese día hace calor (como fue el caso). Para toda la gente que había tuvimos suerte de conseguir una mesa alta y nos atendieron enseguida. Era muy temprano para comer siendo español, pero la croqueta que nos dieron de tapa no estaba mal. Muy recomendable para un refrigerio (la comida tenía buena pinta).

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