Restaurante Hikei Orduña

De lo mejor que hay en Orduña. Hemos ido varias veces a comer y a cenar y repetiremos muchísimas más veces. La comida es espectacular, tenemos ya algunos platos favoritos que caen siempre que vamos como la ensalada de burrata y los canelones de pato. El servicio es inmejorable, siempre atenta y amable. Que esté en el centro de la ciudad es además un extra, puedes beber vino sin preocuparte del coche. Sin duda alguna, más que recomendable.

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Era el menú del día y hemos comido genial. Cien por cien recomendarme. Los espárragos con txangurro y alioli buenísimos, la panchineta lo mismo, riquísima. La camarera muy amable. Volveremos

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Como estropear un buen día: La entrada fue esperanzadora. Un lugar bonito, acogedor, como buen ambiente. Teníamos reserva a las 14:30. Nos sentamos. Lo primero que me chocó es que el agua, servida en jarras, es de grifo. Para un sitio en el que te van a cobrar 30 € un menú, esperaba algo más. El menú infantil es desolador; lo que veis en la foto: 10 patatas, 2 pechugas, y unos espaguetis pasados, mucho= 15 €. Los niños quedaron con hambre, lógicamente. Adultos: arroz meloso, duro y escaso, muy escaso. Entrecot pasable y un postre rico = 30 €. Lo peor la espera. Injustificable. Con reserva hecha, nos sirvieron ensaladas casi 1 hora después de sentarnos. Y entre platos podían pasar tranquilamente 30 minutos o más. Acabamos de comer a las 17:20. Un detalle, si después de ese tiempo les pides café, y antes de acabar la frase ya te dicen que cada uno a 1,60 que no entran en el menú, en fin. Detalles… Puntualizaciones a su respuesta: 1.- Agua de frío. Que sea obligatorio ofrecerla por Ley es correcto, pero si se la piden. Sino, lo normal en una comida es ofrecerla embotellada. 2.-Da la sensación que nos hacen un favor “adaptándose a nuestro presupuesto”. No, se negoció algo y se aceptó por ambas partes. Podría haber dicho que no, pero no nos hace un favor. 3.-Café. Nos estaban tomando nota y no llegamos a pedir ninguno porque era tarde. No tomamos ningún café ni dejamos de pagar nada. Tal vez le informaron mal. 4.- Exactitud sirviendo platos: sentados a las 14:29. Las ensaladas llegaron a las 15:35. 66 minutos para unas ensaladas, 66 !!!! La verdura llegaría sobre las 16:00. El arroz escaso sobre las 16:20 y el entrecotte sobre las 16:40 y 17:00 el postre (esto último aproximado). Y no estaban desbordados. Hubo un mesa de 6 que entró más tarde que nosotros y estaban en los postres cuando nosotros no habíamos empezado el segundo. Eso se lo habían dicho? 5.- la fuente de espagueti para los niños la sacaron cuando les dimos a entender que los niños habían quedado con hambre (ver foto). Y sabe por qué no la acabaron?. Porque no les gustaron. Estaban pasados (dicho por ellos). Nada más salir fueron a por gominolas porque quedaron con hambre. 6.- por educación no dijimos nada porque no íbamos a conseguir nada. Comimos, pagamos y nos fuimos. Sin más. No me interesa más escribir la reseña que transmitir el malestar en el momento, transmitiendo el malestar en el momento puede que no valga para nada o si, dependiendo como lo tomen. Escribiendo aquí vale para que tomen nota tanto el establecimiento como los futuros clientes. Hay que saber asumir que no se puede contentar a todo el mundo. Un saludo.

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Muy buen menú degustación. En general muy bien tanto en cantidad como en calidad. Algo escaso el plato de carne y esta estaba sobre cocinada. Comedor pequeño pero acogedor. Servicio de 10 tanto en trato como en rapidez. El brownie quizás un poco seco también, pero aún así muy rico todo.

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Excelente atención en el comedor. Servicio rápido y explicación de cada plato.

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Decoración del comedor acogedora, música para acompañar la cena. Comida muy buena pero carta escueta, hay pocos platos a elegir de carne. Para los amantes del pescado muy bien. La verdura en tempura muy buena y el pollo con arroz delicioso

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Lugar muy acogedor, la comida espectacular, todo increible, pulpo al ajillo, solomillo y chipirones excepcionales y para terminar un brownie y croquetas de chocolate con helado de violetas, recordaré el sabor de ese helado toda la vida.

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Que suerte dar con un lugar como este y que suerte para Orduña que haya gente tan valida que apueste por montar un restaurante de tanta calidad, tanto en los platos como en el trato. A los dueños les deseamos lo mejor, que se lo merecen y a los que vengáis por aquí os deseamos que disfrutéis tanto como nosotros. Hemos pedido mollejas, bacalao y solomillo, todo muy rico. Los de al lado están poniéndose las botas con un menú degustación espectacular y parece que tienen la misma impresión.

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