Restaurante Filandón

Antes de la debacle, Rajoy solía disfrutar de comidas de trabajo en el Filandón, ubicado en la carretera Fuencarral-El Pardo. Y también después, pues fue el lugar elegido para la comida de despedida con los entonces ministros. Por recomendación del expresidente, o no, lo cierto es que Barack Obama acudió a este restaurante un mes después junto a su mujer Michelle Obama

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Buen calidad

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Pesimo servicio. Calidad insuficiente. Un domingo a comer. LLeno hasta la bandera y el servicio pesimo, mas propio de un merendero que de un local con las pretensiones y precios de este. 25 minutos sentados y mi siquiera habian traido la carta. Las entradas de una en una con 20 minutos de separación. El pescado malo. El lenguado no pasaba de ser un humilde mendo. Vivo cerca y he ido bastantes veces y cada vez es peor el servicio y la calidad aunque los precios suben. Nunca más

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Experiencia mejorable. Recibimos un servicio muy lento, impropio de la categoría del restaurante. El menú de los niños tardaron 90 minutos en servirlo al igual que el de los adultos muy a destiempo. Poco profesional.

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Muy agradable, el servicio encantador y la comida fantastica no se puede pedir mas.

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El pescado espectacular

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La comida excelente el trato impecable, el pulpo de 10. Si tenéis oportunidad probar el Chuleton de guayu es exquisito. Una experiencia increíble sin duda volveré

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Lugar de clásicos muy acogedor. En general no fallas porque todo está muy bueno!

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El sitio es espectacular. Zona cerrada interior, exterior cubierta (muy recomendable) y exterior. Buen aparcamiento. Parrilla de carbón, enorme, no daba crédito. Carnes y productos de mercado. Poca preparación pero excelente calidad. Carta de vinos muy buena. Caro, de 40-60€ por persona...

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Buena calidad en el producto, acorde con el precio media de 60 € persona. En la terraza se echa de menos unas sillas más cómodas. Bonita decoración en interior y jardín agradable, no muy cuidado. El servicio rápido y bien organizado, nos sorprendió por la amplitud del local y el gran número de comensales. Atención correcta.

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Estuvimos celebrando una comunión y la atención fue muy buena así como la comida, que era abundante. A pesar de la cantidad de eventos que estaban atendiendo fueron rápidos en servirnos y muy atentos en todo momento. El lugar idílico, con una decoración exquisita entre rústico e industrial. Un establecimiento perfecto para celebrar cualquier evento

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Un rodaballo con mucha grasa. Con las parrillas que tienen y siendo pescaderos podían saber hacerlos mejor

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Llegamos al restaurante a las 20:25. La mesa estaba preparada para 4 personas no para 6, nos hicieron esperar para prepararla. Una vez ya sentados pudimos ver la desorganización entre los camareros que en varias ocasiones discutieron a nuestro lado. Tras esperar algo de tiempo, nos toman nota, y empiezan a traer los platos. Platos que siento decir no cumplen las espectativas de los recuerdos que teníamos de nuestras anteriores experiencias. Pulpo ( las otras veces exquisito) pasado, “chicloso” y completamente frío, Empiezan a retirar los platos, serían entorno a las 21:30, al rato el camarero nos sirve los cubiertos para el principal, preguntando quién tomará la carne. A las 22:30 no nos han servido ni uno de los tres platos, ni han venido a darnos explicaciones o disculpas por la espera. He tenido que llamar yo la atención y preguntar cuánto más teníamos que esperar para los platos, “vamos a preguntar” es la respuesta. Esperamos un rato y nos viene a decir que faltan dos minutos, se trataba de dos solomillos al punto y de un calamar a la plancha... les decimos que hemos esperado demasiado y que no podemos seguir haciéndolo, les decimos que nos traigan la cuenta cuanto antes y cancelen los demás platos. Tras eso esperamos casi media hora más, vino el jefe a la mesa a disculparse sin darnos ninguna explicación, sin traernos el la cuenta, nos hicieron esperar de nuevo, para finalmente cobrarnos hasta el último céntimo de un servicio en mesa pésimo, inc

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