Restaurante Casa Curro

Muy rico todo, excelente relación calidadprecio. La sepia, la merluza, el cochinillo, la pierna todo muy bueno. Lo único fue la espera para pagar, no sé si debido al volumen de clientes o qué, pero más de 15 minutos esperando la cuenta

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Restaurante en la pedanía de Guadalen, cerca del pantano del mismo nombre. Nos sorprendió que pese a ser solo dos comensales, nos pusieron una barra de pan, por cierto, muy rica y blandita, con unas aceitunas de cornezuelo. Raciones bien de cantidad y con precios razonables. Pese a estar todo completo, servicio muy rápido. Puede ser que por esta rapidez, se equivocaron en nuestra cuenta, y nos trajeron la de una mesa cercana. Lo solucionaron de inmediato. El camarero que nos toco, muy amable y muy rápido.

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La comida está muy buena, comida de toda la vida muy bien elaborada, especialistas en carnes. Mis preferidos, carne de monte y pollo frito. El sitio es muy agradable para ir con familia o amigos, es muy amplio y fácil aparcamiento. El servicio es demasiado rápido, enseguida te sirven 4 o 5 raciones del tirón que no te da tiempo a saborear nada, entiendo que los camareros tienen mucho trabajo y van rápido pero ni te miran, ni se paran..deberían cuidar más estos detalles.

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Me lo recomendó un amigo de Linares, y es un sitio estupendo para pasar un rato con familia o amigos, comiendo platos estupendos y grandes. Precios muy buenos. En fines de semana será mejor reservar. Como punto muy negativo señalo la actitud de los lugareños, defendiendo a un viejo borracho y agresivo que la tomó con el coche de mi amigo, dándole patatas y golpes. Me bajé del coche y persuadí a ese energúmeno de dejarnos tranquilos. Una llave contundente para sentarlo rápido en el suelo y evitar que se lastime al caer o nos lastime a nosotros . Es lamentable la actitud de los lugareños que allí había, increpándonos a nosotros y justificando al viejo borracho .

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Comida casera, con buen producto, preparada de manera sencilla y con especial protagonismo para las brasas. Todo lo que probamos nos pareció buenísimo, especialmente las carnes, de las que acabamos repitiendo varias veces. Es cierto que el servicio es algo lento, es una sala enorme donde perfectamente podrían comer a la vez unas 300 personas, y no sé si es por falta de personal pero los camareros van a destajo y aún así toca esperar. En cuanto al precio, poco más de 30€ por cabeza, muy razonable para la calidad y cantidad de lo que comimos. Imprescindible reservar, especialmente en fin de semana, porque se pone hasta los topes.

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