Quiosco en la piscina natural

Esperamos más de una hora para que nos atendieran y poder pedir, luego una larga espera para la llegada de la comida. No les quedaban bravas, ni patatas fritas, ni arroces y varias cosas más. Pedimos unas hamburguesas que estaban pasables… no repetiremos.

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Lamentable. Reservamos una paella para 5, cuando llegamos no tienen apuntada la mesa ni la paella. Pedimos mientras tanto unas bravas, que nos cambian por unos boquerones porque patatas bravas no tienen. Y después de casi hora y veinte esperando, los boquerones nunca vinieron y la paella sin estar mala, tampoco mereció la espera.

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Llegamos sobre las 14:00h y pedimos un par de cervezas y unas bravas. No tardó nada y todo estaba perfecto. Luego pedimos la paella marinera (para gourmets, así reza en la carta) tardó una hora! Cuando llegó el arroz estaba el grano duro y la base toda quemada, no era socarrimat, era carbonizado! Comimos un poco de la parte de arriba, las dos gambas y los cuatro tropezones y lo dejamos por que no estaba rico. La camarera preguntó y le dije la verdad, incomestible! Ella dijo que lo diría en cocina. Pagamos y nos fuimos. No volveré a pedir comida en este chiringuito!

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El chico del bar fue majisímo, la comida estupenda y el trato genial! Lo recomiendo 100%

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Inesperado kiosco para quienes hacéis la ruta del Parrizal, en Beceite. Teniendo en cuenta que es eso, un kiosco-chiringuito, pensado para los usuarios de la piscina natural que aprovecha un azud del río, la carta podrá parecer corta, pero a mí me pareció fenomenal y con algunos platos sorprendentes; todo lo que probamos, sabrosísimo. Además, y muy a tener en cuenta, uno de nosotros es celíaco, y paramos, dándolo por perdido, para ver si habría algún arreglo fiable para él, encontrándonos con una bienvenida y resolución súper profesionales y agradables. No sé cómo de usual es la plantilla que nos encontramos (el camarero y su madre, en cocina) y no sé cómo se petará en temporada alta, pero teniendo en cuenta que íbamos tranquilos y que había un número no pequeño de clientes, la atención fue exquisita y ultra eficiente. Incido: un agradabilísimo sorpresón. Si puedes coger mesa para ver a la gente chapotear en la piscina, mejor.

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