Patos Beach House

Tercer año que pasamos una semana alojados en este hotel, es perfecto no solo por la ubicación si no por la limpieza y trato de todo el personal y de sus dueños entre ellos Eduardo Somos 5 de familia y cuentan con una habitación familiar perfecta Sin duda regresaremos una cuarta vez Gracias por todo una vez más a todo el equipo que integra patos

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Hemos pasado unos días estupendos en la habitación familiar de Patos Beach House. La ubicación es fantástica. Hemos tratado con varios trabajadores del staff y con el personal de limpieza y han sido todos amables y profesionales. Es un alojamiento con todos los servicios necesarios para pasar unos días de descanso y deporte. Ambiente tranquilo y respetuoso con las horas de descanso, todo muy limpio, ventanas bien aisladas y zonas comunes equipadas. Pudimos aparcar muy cerca, pero además nos ofrecieron aparcamiento gratuito en la misma calle. A mejorar: la cocina comunitaria, también sería genial disponer de unas horas libres en la zona fitness para los clientes alojados, (aunque es interesante saber que se pueden contratar clases con entrenadores personales). El precio por noche nos ha parecido un pelín alto. Por lo demás nos vamos con ganas de repetir pronto.

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Hemos comido en el restaurante y nos ha gustado mucho. La atención fantástica (Zuriñe, camarera) la comida muy buena. Felicidades.

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Pagamos 3 habitaciones durante 3 noches, la primera noche en una de ellas descubrimos que había una plaga de chinches lo cual es bastante preocupante ya que puede suponer un grave problema de salud. Tuvimos que dormir durante las 3 noches 10 personas, algunas de ellas en el suelo, tres personas en la misma cama ya que eran habitaciónes de 5 y NO nos ofrecieron ninguna solución. El encargado muy borde y antipático, su única aportación era echarnos la culpa de que en su alojamiento hubiese chinches en vez de ofrecernos una solución o devolvernos el dinero(había chinches en varias habitaciones y en los baños) nuestro dinero a pesar de las quejas no fue devuelto lo cual me parece injusto ya que hemos pagado un servicio que aparte de ser lamentable no hemos podido disfrutar porque no teníamos donde dormir. Los empleados muy bordes, te miran con cara de superioridad en ningún momento se preocuparon lo mínimo por nuestra experiencia excepto la chica de la limpieza. Ha sido una experiencia horrible. El alojamiento es carísimo para los servicios que realmente ofrecen. No recomiendo para nada este sitio. Por supuesto denunciaremos si las chiches llegan a nuestras casas.

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No conozco el hotel pero la cafetería muy mal gestionada. De un desayuno el zumo natural es lo único salvable, el café malo malo, pedimos dos croisants a la plancha y los dos quemados, se olvidan de la mantequilla, tengo que ir yo detrás, lo mismo los cubiertos, otra vez detrás de ellos. Parecen tonterías pero no lo son. Hace falta en esa zona un lugar de desayunos decente con algo de calidad y un buen servicio. Unos camareros formados en lo básico al menos. No volvemos porque es corriente y moliente. Hay que espabilar en Nigran y en Ramallosa ya tienen por ese mismo precio mejor calidad.

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