O Loxe Mareiro

Un lugar exquisito. La ubicación es inmejorable pero es el concepto del restaurante, la calidad de los productos y la atención a los clientes lo que hacen del O Loxe Mareiro ser un sitio como muy pocos existen en Galicia. La experiencia es inmejorable. El precio está totalmente justificado y merece la pena pagarlo. Sin duda volveré a ir.

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Comida de producto del mar y de la zona muy bueno. Vistas espectaculares. Menú cerrado bastante abundante, a destacar las navajas, almejas y ostras y sobre todo el pescado servido de forma tradicional que tenía un sabor espectacular

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Este lugar es una AVENTURA GASTRONÓMICA. Una maravilla de menú con un hilo conductor extraordinario que es la ría de Arousa. Comida de cercanía llevada al extremo máximo de la sostenibilidad. El menú es una secuencia increíble de pinchos, platos y postres. Nosotros los aderezamos con un maridaje de vinos de la zona que brillaba tanto como el menú. Y si la comida es una maravilla, el servicio es fabuloso. Esta gente sabe lo que vende, conoce el producto, su historia, y todo lo que rodea a una experiencia gastronómica de este nivel. Y disfrutan contándolo como un abuelo contaría sus historias a sus nietos. El lugar es precioso, con unas vistas increíbles. Pero es que además durante la comida cambias de escenario según la parte del menú que estés degustando: aperitivo en la terraza, con vistas a la ría y la posibilidad de darte un baño (tienen toallas) en el malecón. Los entrantes en la mesa de la cocina, un lugar excepcional porque puedes ver como se preparan los platos y como bullen loa pucheros. En tercer lugar el comedor para los platos principales. Y de nuevo, el postre si el tiempo acompaña en la terraza. No puedo dejar de hablar de Alba, sin pretender minusvalorar a Matías, Iago, Jacobo y otros que me olvido. Esta chica es una apasionada de su trabajo y doy fe de que ejerce de extraordinaria anfitriona y que adora su trabajo. Enhorabuena porque si has leído esta crítica y puedes acudir, acabarás enamorado como nosotros del Loxe Mareiro.

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Buen sitio para comer de una forma diferente y en un lugar idílico. Llago te dará una explicación previa con el aperitivo y unas vistas increíbles, ojo con el calor. La comida, dentro de su elaboración muy correcta, tiene más de sensaciones que de comida como tal. Un rato muy agradable, con buen producto y un escenario increíble, pero no esperes una variedad de producto a la altura del precio, alto a mi entender.

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Una experiencia delicada y sutil. El lugar precioso y poético. La comida muy bien y el albariño y el vino espumoso muy buenos. Pequeñas porciones de prueba y un recibimiento en terraza y comida al interor del local, para una sobremesa nuevamente en la terraza frente al mar. Con posibilidad de ducharse o meter los pies al mar y ofrecen toallas. Recomendado para quienes aprecian el consumo local y la relación pausada y sutil con los alimentos.

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