Nuevo Dallas

Ayer estuvimos ocho personas cenando en este restaurante y fue una experiencia fantástica. Desde el momento en que entramos, la atención fue impecable, con un personal atento y amable que hizo que nos sintiéramos como en casa. La comida, por su parte, fue otro nivel: auténtica cocina casera, de esas que te hacen recordar los sabores de siempre. Pedimos un poco de todo y no nos decepcionó nada. El cachopo, jugoso y bien relleno, fue uno de los mejores que he probado; los torreznos, crujientes por fuera y tiernos por dentro, una delicia; la fritura de pescado, fresca y ligera, nada aceitosa; las croquetas de jamón, cremosas y llenas de sabor, como las de una abuela experta; y el asadillo, perfecto para acompañar todo con ese toque tradicional y sabroso. Cada plato estaba preparado con esmero y pasión, reflejando el cariño con el que cocinan aquí. Es una pena que haya visto algunas reseñas negativas que claramente no reflejan la realidad de este lugar. Resulta evidente que son reseñas falsas, ya que hablan de problemas que simplemente no existen. La comida aquí es excelente, con ingredientes de calidad y una ejecución impecable. Me parece lamentable que haya personas que intenten desacreditar un restaurante tan auténtico y de tan buena calidad. No sé cuál es su motivación, pero lo que está claro es que están muy lejos de la verdad. Quienes disfruten de la buena comida casera y una atención cálida y cercana, deberían ignorar esos comentarios malintencion

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Bar d barrio d toda la vida. Menú del día 15€ . Mal. En nuestra búsqueda del menú en C Real, este es d los q tiene nota más baja. Pedimos flamenquines, bien hechos, ni fu ni fa. De 2 pechuga d pollo empanada. Esta era precocinada, es decir congelada. Regular. Y un pescado indeterminado, encebollado. Mal, la ración era muy pequeña (exactamente la d la foto) y sabía a pescado ya un poco pasado d fresco. Los postres fueron tarta de queso regular y pan Calatravo, q he probado unos cuantos y siempre es una especie d flan-pudín; este era un bizcocho más bien duro. A parte reseñar un comentario. Hablando entre mesas, mi compañero d comidas, comentó q no quería más, q se iba haciendo mayor etc. un comentario sin más. Detrás había una pareja, siendo uno d ellos argentino, pues el camarero le dijo con sorna y sin cortarse - Los españoles, siempre quejándose- La chica q atiende bien, simpática y profesional. Se preocupa x el cliente. El local: un batiburrillo de cosas. Comida: 310

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Hemos podido disfrutar de una cena en familia presidida por una pequeña exposición de pintura, cuentos y poesía y aderezado todo con una excelente comida casera. Desde luego hemos comido muy bien, quizá en exceso por el tamaño de las raciones, pero hasta los peques lo han disfrutado. El local tiene un ambiente muy íntimo, que junto con la pequeña exposición y el trato del personal, lo hacen mucho más familiar. El coste no es alto, ya que íbamos 10. En definitiva, el local es de comida casera y a quien le guste disfrutar de ese placer, le encantará. Recomendado!

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El trato fue excelente, el camarero fue súper simpático y amable. Pedimos menú y la comida estaba muy rica, venía bastante cantidad y te quedabas bastante satisfecha. Mención especial para la tarta de queso, ESPECTACULAR, si visitas el restaurante tienes que probarla.

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Hemos venido a menú fin de semana. Muy bueno todo, la comida y los postres deliciosos. La atención inmejorable.

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