Meson La Candela

Todo cuidado al detalle,se come de vicio.

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Todo excelente,nos lo habían recomendado,milhojas de manzana reineta con morcilla y crema de queso espectacular,de aperitivo nos pusieron un humus muy rico,el rabo de morocha deshuesado bien también y quizás pues el solomillo de cerdo con crema de boletus pues también bien pero más al uso,la leche con tierra de mantequilla era espectacular,las trufas de chocolate buenas pero más como en otros lugares,con dos cafés,90€. Tuvieron el detalle de ponerle dos croquetas de jamón al nene para que las probara y es de valorar,servicio genial y comedor agradable,repetiremos

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Nada más entrar restaurante sorprende, una decoración muy cuidada y bonita que se siente muy acogedora. Un ambiente muy tranquilo que se agradece para comer a gusto. La comida no pudo ser mejor. Éramos 4 y pedimos carpaccio de presa ibérica para compartir, simplemente espectacular. De segundo pedimos entrecot de morucha, solomillo de bellota y rabo de toro. Todo 1010, el producto es de primera y la elaboración está muy lograda, se nota que lleva mucho trabajo detrás. Para acabar probamos la leche asada y el sorbete de roncola con lima que estaban riquísimos. El servicio muy atento desde primer momento, inmejorable. Te dan una tapa de hummus mientras te sacan la comida, cosa que no suele verse en ningún sitio y se agradece. En conclusión, restaurante más que recomendado para ir a comer muy buena comida. Sin duda volveremos.

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Visita obligada si pasas por Candelario. Estuvimos el pasado sábado con unos amigos del pueblo y ha sido un gran descubrimiento. Tanto el servicio como la comida que degustamos fue espectacular, nos avisaron que podían tardar un poco en servirnos pero no teníamos prisa y menos con el nivel culinario que nos ofrecieron. Producto de primera y de muy alto nivel. Restaurante pequeño pero acogedor. Los huevos rotos con boletus y foie deliciosos al igual que las migas de hornazo, el milhojas de morcilla y manzana y el solomillo ibérico con arándanos al ron simplemente esplendidos y para rematar la jugada el helado de perrunillas y el sorbete de ron, cola y lima brutales. Muchas gracias por la atención, el servicio y por supuesto la comida.

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Estuvimos comiendo 4 personas, un sábado de agosto coincidiendo con el Candela Fest. Nos sorprendió lo acogedor y tranquilo que es el restaurante. Decorado con toques provenzales con maderas blancas, y música de fondo. La sala principal es pequeña pero muy nien decorada. Ambiente inmejorable. El servicio es muy bueno. Nos invitaron a un hummus muy rico al traer las bebidas, y estuvieron muy atentos durante todo el servicio. La comida nos gustó mucho. Pedimos dos platos al centro de la mesa: judiones del Barco de Ávila y parrillada de verduras. Las raciones eran grandes y muy bien presentadas. De platos principales degustamos solomillo y pluma ibérica y bacalao. Para el postre compartimos la leche asada, que nos recomendó el camarero, y no pudo ser mejor. Acertó de pleno porque estaba riquísima. En resumen, el restaurante superó nuestras expectativas y lo recomiendo sin dudarlo.

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Un cierto absoluto. Fuimos a cenar con 6 amigos, pedimos 3 entrantes y cada uno un segundo y un postre y fue perfecto. La calidad, cantidad y precio son muy buenos y al ser un local pequeño pero con mucho encanto la atención es espectacular. Recomiendo reservar para asegurarte de no quedarte sin sitio, y por supuesto probarlo. Todo riquísimo! Repetiremos.

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