Malcriado

El lugar es muy acogedor, tiene una decoración con muy buen gusto y asientos muy cómodos. El personal atento y los tiempos de salida de comida son espectaculares, controlando perfectamente cuando puede salir el siguiente plato para que disfrutes lo que tienes delante y no se te acumule. Y por último, y más importante, eso… DISFRUTA, porque la comida invita a disfrutar. ABSOLUTAMENTE TODO RIQUÍSIMO. Muy recomendable, repetiremos sin duda.

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Sin duda el mejor restaurante de tarifa por calidad y preparación en sus platos, desde que nos sentamos que fue como la de estar en casa hasta el servicio que fue impecable. La elección de platos a manos de Victor fue todo un acierto, desde el primero hasta el último. La comida roza la excelencia y podría decir que la experiencia fue como si de un restaurante Michelin se tratara. Una grata sorpresa en una calle poco concurrida, pero que es obligado estar, si quieres disfrutar de una perfecta velada es tu sitio con platos en carta como los torreznos con aguacate, sus anchoas con mantequilla ahumada, el ajo blanco, y su pulpo que son impresionantes a sus vinos que son muy top. El postre para nosotros estrella fue el de manzana, siendo la tarta de queso impecable, repetiremos y agradecidos por el servicio, trato y comida 👌🏽

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Descubrimos Malcriado este lunes por la mañana dando un paseo y nos llamó la atención, algo nos decía que teníamos que probarlo! Y sin duda, no nos defraudó. Nos dejamos aconsejar por Víctor y el tataki de atún nos dejó sin palabras , la forma de prepararlo fue totalmente nueva y distinta a lo que habíamos probado antes. Las costillas a la barbacoa deliciosas también y el brioche maravilloso con una mantequilla riquísima! La atención del personal nos gustó mucho por la dedicación en explicar cada plato y cercanía , además del restaurante por dentro que es ideal, con una decoración y mimo que van de la mano! Les recomendaremos 100%

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El local se encuentra en una callejuela muy chiquitita, pero eso no quita la grandeza del restaurante. Todo lo que probamos estaba espectacular, pero lo que más nos sorprendió fue el sabor de las anchoas sobre una base de mantequilla ahumada y los torreznos con guacamole. Personal encantador, que nos guió en la elección de los platos. Sin duda, si regresamos a Tarifa nos volveremos a pasar para probar el resto de la carta.

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Absolutamente increíble la experiencia gastronómica. Los camareros muy atentos, lo queríamos pedir todo y nos ayudaron a elegir unos entrantes y unos principales para que probáramos un poco de todo y no nos quedáramos con hambre… la tarta de manzana.. una locura… no pude ni sacar foto🤣

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