Lhardy

181 años de historia encierran las paredes de Lhardy, el mítico restaurante del número 8 de la Carrera de San Jerónimo. Casi dos siglos de un icónico local del centro de Madrid que ha protagonizado un capítulo clave en la hostelería para convertirse en un emblema de la distinción culinaria y el arte de la restauración

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Fue un gran restaurante , ya no lo es. Pésimo servicio. La comida sigue siendo buena pero todo se viene abajo por el pésimo servicio . Ya no es lo que era. Una pena que el lugar tan clásico como este tenga el servicio que tiene . Decepcionante.

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En lugar de comer casi merendamos. Teníamos reserva de mesa a las 15:15 y nos sentaron a las 16:50 y terminamos de comer cerca de las 18:00 .Un restaurante de este nivel y con esos precios en carta no puede jugar a hacer dos turnos. La gente que va a comer un cocido no puede estar con prisas de levantarse o que te de la merienda Restaurante con personal muy novel sirviendo las mesas y poco atentos a l servicio .

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Fiel a la tradición. Excelente trabajo de Pescaderias Coruñesas como nueva propiedad. Imperdible los callos, el cocido y un Wellington inmejorable.

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Espectacular ,impresionante se me acaban los calificativos Gracias hemos comido superrrrr y la atención ufff de 12 ya tenemos nuestro referente de cocido en Madrid

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Espectacular todo perfecto genial👏👏👏👏👏👏👏todo un placer camareros y todo en general!!!

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Un cocido muy normal, servido en dos vueltas a temperatura que acaba siendo fría, con algún producto insípido y sin gracia, como los mismos garbanzos. Camarero que indica que servirá el vino según el ritmo en el que se vacíen las copas, que no se acercó en toda la comida y solo apareció al final, cuando ya casi la botella estaba vacía, y, sorprendentemente, un bullicio en la sala que puede competir, sin problemas, con la taberna más concurrida de Madrid. Si añadimos que ocupamos una mesa al lado de la puerta de entrada a la sala desde la escalera, que se quedaba abierta y por la que entraba un aire frio y muy molesto, que tenias que pedir constantemente que la cerraran, la experiencia puede calificarse de nefasta y una sensación de pagar un precio que dobla tranquilamente el valor de lo ofrecido, que puedes encontrar en Madrid, sin problemas, con una calidad, incluso superior. El buen sabor de la sopa o la calidad del mítico souflé de postre no compensan las ineficiencias, y, salvo que seas un fanático de las cuberterías y los locales con historia, se puede comer en Madrid un cocido excelente, en unas condiciones más agradables, sin desembolsar un importe tan elevado.

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Restaurante de varias generaciones cuya especialidad es el cocido madrileño, en invierno en la barra del bar ofrecen tazas de caldo para combatir el frío. Sus postres y repostería son especiales. Un restaurante decorado en distintos saloncitos decorados a la antigua con el encanto de entonces y a un paso de la Puerta del Sol, en La Carrera de San Geronimo de Madrid

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Muy aconsejable la visita a este emblemático Restaurante. Amabilidad, atención, calidad.

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¡Qué buen servicio! ¡Qué buena comida! ¡Y qué buen trato! Excelente sitio.

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Excelente como siempre. Un sitio exquisito con comida exquisita y trato exquisito. Nunca defrauda.

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Ha sido el restaurante con peor relación calidad-precio en el que he comido en los últimos años. Si hablamos únicamente de calidad, también deja mucho que desear. Había ido hace tiempo y guardaba buen recuerdo, sin embargo me ha decepcionado mucho esta vez. Los fideos de la sopa, pasados. El cocido parecía hecho hace días, con la carne oscurecida y chiclosa. Ni de broma vale lo que cuesta. No repetiré.

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