La Serreta Bar&Grill

Muy agradable. Precioso entorno en la terraza, en una tranquila y bonita calle sin salida. Una cálida bienvenida y platos de buena calidad cocinados al fuego. Lo pasamos muy bien y sin duda volveremos. Buena relación calidad-precio.

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La Serreta es uno de esos bares que te hacen sentir como en casa desde el primer momento, su terraza es ideal para disfrutar de una comida al aire libre, rodeado de naturaleza y con unas vistas preciosas. El menú es variado y con productos de calidad, destacando sus tapas caseras y carnes a la brasa, siempre en su punto. Además, la relación calidad-precio es excelente. El servicio es otro punto fuerte: el personal es amable, atento y siempre dispuesto a recomendarte lo mejor de la carta. Ya sea para una comida en familia, una cena con amigos o simplemente para tomar algo, La Serreta es una parada obligatoria en Xirles. ¡Volveremos sin duda! y lo recomiendo 100%

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Hemos tomado el menú, con ensalada, chorizo criollo y las sardinas, aparte de bebidas y coca de nueces. Todo delicioso, muy amables. Lugar tranquilo, perfecto para reponer fuerzas tras caminata por las rutas. Relación calidad-precio-cantidad genial. Volveremos.

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E S P E C T A C U L A R!!! Una de las mejores comidas de mis últimos años. Aunque no tiene una carta fija, nos ofrecieron un menú de 15€ por persona incluyendo la bebida, comimos una ensalada enorme y riquísima, de entrantes chorizo y panceta a la brasa, y de principal secreto ibérico y patatas también a la brasa. La carne sabrosísima, las patatas increíbles, el chorizo también buenísimo, espectacular como estaban cocinados. Además el dueño es muy amable, nos comentó que los productos eran todos locales (y se nota). El sitio también es un puntazo, una terraza en el medio del pueblo, con la tranquilidad y la montaña de fondo, y un toque de música chill out. Repetiría todos los días!

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Estuvimos tomando algo y cenando el pasado lunes un grupo de personas y quedamos encantadas. El local es muy bonito, está creado por el propio propietario y otra persona, según nos comentó, todavia quieren mejorarlo pero ya es un sitio al que merece la pena ir si se busca cenar en un entorno diferente, de pueblo y con unas preciosas vistas a la montaña. Estuvimos en la parte de la terraza, muy a gusto, pedimos unas cuantas bebidas y después pedimos algo para cenar. El dueño fue muy atento y amable en todo momento y nos dejamos guiar por sus recomendaciones a la hora de pedir. Cenamos una ensalada muy buena, unos boquerones en vinagre y luego carne a la brasa, ya que cuentan con una gran parrilla para hacer barbacoa. Salimos a unos 19€ por persona.

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