La Barca de Calderón

Lo mejor la decoración e interior, el restaurante es muy bonito y el servicio aunque un poco lento bastante bueno, con eso compensa el precio elevado ya que la comida también estaba buena de sabor pero le pongo menos estrellas porque no superó mis expectativas, me esperaba más. Pocas opciones en carta de azotea con reserva, luego nos comentaron que abajo la carta es diferente, más como tapas.

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Servicio rápido, simpático y atento. Lugar acogedor y muy tranquilo para una noche de verano junto al río. La comida bien, aunque habría que homogeneizar presentaciones para que la gente que vuelve encuentre aquello que tanto le gustó tal cual. Un steak tartar muy bien preparado, cortado a mano y con el troceado de perfecto tamaño. Bien macerado. Ahora, la moda es poner la yema de huevo encima… no es necesario, incluso mejor un pequeño show cooking en el que lo preparen delante del cliente para darlo listo. La ensaladilla distinta a la vista en fotos… de sabor bien, pero el gambónlangostino con exceso de cocción; esos tropezones duros disminuyen lo agradable del resto del conjunto. Las giozas de diez y las ensaladas espectaculares. Pero realmente, la estrella del concierto es un postre: la tarta de queso con galleta lotus y helado de dulce de leche. No nos la pudimos acabar entre tres y al pedir que nos la pusieran para llevar, les dijimos que nos pusieran otra más en el tupper para tener reservas para el día siguiente. Espectacular.

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Mi comentario va conforme a mi opinión,no tiene porqué coincidir con cualquier otro comentario,ya que la cuestión de gustos es muy subjetivo. Fuimos a comer ayer,empujados por los comentarios,y por las fotos,y que verdad es que muchas veces es mejor no dejarse llevar,porque hay veces que se acierta y otras no,como nos pasó. El lugar es muy acogedor,y la atención fue de 10,pero la comida no es nada del otro mundo.La presentación de los platos es muy muy bonita y se te hace la boca agua,hasta que te llevas el primer bocado a la boca,ahí ves que la comida no tiene mucho sabor,ni calidad(bajo mi opinión) El primer plato fue el pulpo a la brasa,que estaba muy muy rico pero 28€ lo vi excesivo(jamás he pagado eso,y suelo pedirlo bastante allá donde voy) Segundo plato lasaña de carne rentinta(creo),se me hizo muy pesado este plato,de hecho dejamos Y por último flamenquín,le resaltaba bastante el sabor a queso,y aunque la pinta es bastante buena,el sabor no tiene nada que ver con un flamenquín. Es una pena,que este lugar tan bonito y esa atención tan fantástica,no tenga tan buena cocina como presencia. Y ya de precios ni hablemos....nada que ver calidad-precio,un precio abusivo para su calidad,lo siento

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Ha sido un descubrimiento este lugar. Me parece un lugar estupendo tanto para comer como para tardar, más en verano por lo fresquito y bien que se está pese a que haga 200 grados fuera. Fuimos a almorzar y estábamos tan bien que nos quedamos a tomar algo. Hacia más calor a las 8 de la tarde fuera que a las 4 allí comiendo en su terraza. Pedimos la ensaladilla de gambas al ajillo y sinceramente, no sabía a tal cosa, pero no estaba mala. Yo me pedí el famoso taco y no sabía por dónde meterle mano de lo lleno que venía. Estaba bueno pero es difícil de comer o yo soy muy torpe. Desde luego no es plato para una primera cita. Mi acompañante se pidió la tosta de atún y la disfrutó mucho. Las alitas sería un plato que no pediríamos más, pero si hay alitas hay que probarlas. El pescado del día en este caso era pez espada y menudo filete, muy bueno. A mejorar, la cerveza más fresquita, tanto de tirador como tercios. Volveremos.

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Muy agradable experiencia. Fuimos a cenar y disfrutamos de una buena comida acompañada de un buen servicio. Lo único que destacaría es que al estar al lado del río esperábamos tener algo de vistas pero la tapaban los árboles que había justo delante. Aunque esto no nos impidió disfrutar de una cena muy rica.

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