Hotel Revestido

Bajando de la Nieve y buscando un lugar para comer nos detuvimos en este Hotel a comer en su restaurante sin mirar reseñas a decir verdad las reseñas no eran nada alagueñas pero para sorpresa fue todo lo contrario la comida bastante bien el trato correcto y salimos satisfechos

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Experiencia pésima. En la web pone que el hotel es de 3 estrellas pero sinceramente he estado en hostales que valen mucho más la pena que esto, así que de 3 estrellas nada, es un timo en toda regla. Nos dieron una habitación para 3 personas en la cual teníamos que entrar de lado porque eso parecía una lata de sardinas. Nos la cambiaron por otra un poco más espaciosa, que es de agradecer, pero la limpieza es inexistente (vasos en el baño sin precintar y sucios; manchas en la moqueta de a saber cuando...; telarañas en las puertas y ventanas; colchones y mantas horribles), el restaurante deja mucho que desear (pedimos un bocadillo de tortilla francesa y en vez de tortilla era un huevo frito bien pasado), polvo en todos lados, poquisima iluminación..., etc. El problema es que por no perder el dinero no te queda otra que quedarte pero no recomiendo a nadie este establecimiento, si pudiese poner un -10 sería perfecto.

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Personal muy poco amable, de aspecto no muy aseado. El comedor pequeño con moscas y poco limpio. La comida y la presentación horribles. No me verán nunca más.

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Por fortuna para el establecimiento, este comentario nunca será escrito por sus protagonistas, si no por meros testigos de un ejemplo de deshumanización de la sociedad de la insensibilización, de la que escucha horrores a diario y se lleva el próximo bocado al estómago sin pestañeo, mucho menos con reflexión mediante. El hecho es simple. Hace días llovió. El toldo de la terraza, lleno de agua rebosa cayéndole un buen chorro a una pareja de ancianos que terminan empapados. Todo ocurre rápido. Los que allí estábamos asistimos atónitos al chaparrón y a la mujer que estaba sentada en la mesa sobre la que cae el agua, que se llevó la peor parte. Se hace el silencio y nuestras miradas les rehúyen por no hacerles pasar peor rato. Todo ocurre muy rápido. Todo menos una cosa. La reacción de los 5 camareros y camareras que atendían la terraza sí que se hizo esperar. Los que estaban fuera dejaron de estar, y los que no estaban, tampoco aparecieron; al menos de forma inmediata para ofrecer una disculpa. 5 minutos de reloj tardó un camarero en salir con cubertería seca para hacer el cambio de mojado a seco. ¿Pidió disculpa? Sí, tímida y discreta. ¿Fue su primera palabra? No. La primera preocupación era cambiarles de mesa, cómo se le iría a ocurrir alguien en esa situación preguntar, ¿están ustedes bien? ¿Se mojó algo importante? En esos 5 minutos eternos, la que parecía encargada se fugó cuando más se le necesitaba. Otra camarera se tapaba la

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Pésimo. El lenguado estaba crudo y tenía sangre y mi pobre abuela que le daba vergüenza tirarlo se lo ha comido, los combinados muy aceitosos, media hora esperando el café y no llegaba y la cuenta... media hora casi nos vamos sin pagar. Lo único que estaba bueno era la cocacola. De parte de mi abuelo: el lenguado era del río de al lado o marroquí

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La comida en el restaurante ha estado muy bien. Hay 2 menús, uno de 18 € que está muy bien y otro más amplio por 25 €. El servicio fue bien hasta que llegamos a los cafés donde tuvimos que esperar cerca de 25 minutos, una pena con lo bien que había estado la comida. Había un solo camarero para todas las mesas. También es mejorable las instalaciones de los servicios. Mejorando estas dos cosas subiría mucho dado que tiene una ubicación inmejorable. Les animo en la medida que les sea posible a mejorarlo.

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