Hotel Oasis

Azotea del hotel Oasis Reservamos una mesa para seis adultos y dos niños sin ningún tipo de impedimento Llegamos a nuestra mesa nos atiende el camarero de maravilla todo hay que decirlo pero en la espera de la cena sube la dueña Marisa y nos llama la atención porque nuestros niños estaban jugando, diciéndonos que los niños no podían estar allí y obligándonos a sentarlos en sus respectivas sillas (2 y 3 años imaginaros) por lo cual le hago saber que en ningún momento se nos había puesto impedimento para que no pudieran estar allí (no les convenía era un jueves y creían que iban a tener menos gente) y cuál fue mi sorpresa que su contestación fue imposible y no con muy buena cara , vamos que se digno a ponerme de mentirosa y a salir corriendo sin dejar opción a réplica. Una pena el trato recibido siendo del pueblo y conociéndonos todos . Gracias por tan mágica velada.

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Primera noche templaria llamamos para una reserva en La Azotea para cenar toda la familia, se les informa que somos 6 adultos y 2 niños nos dicen de malas maneras que los niños no pueden estar allí ...y que estén sentados en sus sillas...justo cuando llamamos en la reserva no nos dijo nadie que no se podía niños arriba, pero al llegar más gente, ya los niños estorbaban...y es una pena, excelente camarero José. Todo es respetable y si en la reserva nos dicen que no se pueden niños ni siquiera hubiésemos ido allí, pero si no nos dicen nada y nos lo dicen luego de esas formas .... Que decepción ...

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Trato y servicio excelente por todo el equipo que compone el Hotel Oasis. Muy contentos con la experiencia.

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Nosotros íbamos sin reserva un domingo de Resurrección y nos hicieron un hueco en su agenda. Nos atendieron como si fuéramos de la familia y la sorpresa fue cuando vimos el menú, espectacular. Mucha calidad y cantidad. Sin duda volveremos a repetir.

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Menú con cocina tradicional además de una muy buena selección de platos a la carta en la que destacan los productos de la tierra. Menú con dos primeros, dos segundos a elegir, postres caseros (hoy elegí flan de turrón, una maravilla) a un precio al que te dan ganas de dejar siempre propina por lo barato que es y todo lo que ofrece. Elaboración y presentación muy cuidada con un servicio excelente. Si el estómago comienza a rugir y todo está desierto, a la hora de comer siempre hay abierto un Oasis con una cocina con talento. En mi humilde opinión, es el mejor lugar de Jerez de los Caballeros para comer al mediodía. Habrá que volver por la noche.

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