Gastrobar La Cilla

Además de que las mesas exteriores son incomodas, al ser metálicas con agujeros y solo contar con mantelitos individuales, el olor a ganado en la zona exterior fue una constante durante toda nuestra estancia. Algo que se tiene que aguantar si o tambien porque no siempre te dejan comer en las mesas de dentro (aunque estén vacias). No entiendo como teniendo unos productos de extraordinaria calidad los trabajen tan mal que llegan a servir un plato de verduras a la plancha con unas carbonizadas y otras crudas (y ojo, unas verduras cultivadas en el mismo monasterio y de calidad exquisita) Tampoco entiendo que se cambien la configuración de los platos por errores tipográficos (literalmente se nos dice eso). O que la presa ibérica al punto esté prácticamente cruda. O que la fruta de los combinados sea congelada... tanto que incluso siga congelada al acabarse la copa. O que el pan esté duro.... Y estos son sólo algunos ejemplos. Por otro lado, el servicio tampoco está a la altura de lo que se espera para un establecimiento con 5 tenedores. Como ejemplo en la mesa de al lado tuvieron que explicar a un camarero como servir el espumoso correctamente, o que a unos clientes que estaban sentados bebiendo unas copas les levantaran para sentar a otros que llegaron más tarde pero querían cenar. Desgraciadamente, en un hotel 5 estrella que no cuenta con otras opciones de restauración a las que ir sin coger el coche, el que está sea la opción principal para comer o cenar es

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Muy buena experiencia, cantidades buenas y precio acorde a la calidad. Los camareros muy simpáticos y atentos.

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Se come muy bien. Los platos son abundantes y muy ricos, aunque no es barato. Las cantidades son generosas y el producto de buena calidad. Merece la pena probarlo.

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La comida es muy buena, pero el servicio dejó bastante que desear. Tuvimos que esperar más de media hora desde que pedimos la cena, era imposible después pedir más bebidas o postre porque nuestra mesa parecía no existir para los camareros y, al final, tras hora y media y habiendo consumido sólo un entrante y un principal compartido por este motivo, decidimos marcharnos (más otros 15 minutos para que nos trajeran la cuenta)

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Muy buen sitio para cenar de picoteo, platos elaborados muy recomendables Os dejo una foto del Sreak Tartar

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