El Rincón De Fon

Es sin duda mi restaurante preferido de León. Entre el vermut, la caña de tarde, eventos en familia y quedar bien con los visitantes creo que mi récord es comer en el Fon cinco veces en una semana, incluso varias veces al día. Espero que pronto le pongan mi nombre a un plato. La comida espectacular. Calidad. Trato insuperable. Si no viviera en Madrid sería mi bar de cabecera. Para tema niños es perfecto, su patioterraza trasera es una jaula de oro para que los nenes y nenas descarguen adrelalina a tope. Langostinos abrigados, esa es mi debilidad el el Fon aunque hacen todo bien. Os recomiendo que reservéis para ir si vais de paso porque es el centro de convenciones y comidas familiares para días señalados. No os vais a arrepentir.

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Bar-Restaurante con amplia carta, desde bocadillos, sándwiches o hamburguesas, pasando por raciones variadas, carnes, pescados, guisos y menús. Cocina tradicional con mimo y con gran cuidado además en todo lo relacionado a los alérgenos y la contaminación cruzada. Sin gluten se puede comer prácticamente de todo. Disponen de dos comedores y mesas en el bar, además de un patio en verano. Se aparca con facilidad en los alrededores. Es personal es muy amable. También hacen fiestas temáticas, carnaval, Halloween, etc con menús adaptados al evento. Hay posibilidad de recoger en local.

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Nos trataron genial siendo ya muy tarde y teniendo el comedor lleno. Perfecto para parar a comer y seguir ruta. La comida está bien, acorde al precio pagado. Muy rico el lacón.

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Comimos un día de diario en el pequeño comedor al lado de la barra, supongo que los del fondo los abrirán los fines de semana. Comida casera, buena y raciones generosas. Aparte buena atención y más si tienes alguna intolerancia alimentaria. Para repetir sin duda!

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Empiezo por el final, porque siempre es un detalle que la cocinera salga a preguntarnos qué tal habíamos comido. Nos hemos acercado desde el Balneario de Caldas, porque participan en las Jornadas Buscasetas, y según la dueña desde hace 20 años. El menú era el siguiente: crepes de gambas y senderuelas, sepia con níscalos, magret de pato con boletus, y de postre tarta de higos y rebozuelos. Y de beber, una botella de vino del Bierzo, Tilenus roble. Todo bastante bueno. Includo en el postre, ya que se habían quejado otros clientes, nos dieron la opción de pedir otro si no nos gustaba. La única pega que le pondría es el vinagre de Modena en las crepes. Por lo demás muy buena atención y muy buena comida.

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