Cubana bar

Para el propietario: HORRIBLE CAMARERO Hemos ido un grupo de 8 a tomar una copa. El bar estaba vacío, solo había dos mesas en una pequeña terraza. El camarero nos dice que tenemos que pedir en barra (primera sorpresa ya que está vacío) luego nos viene a decir que vayamos a recoger nuestro pedido en barra (sigue vacío el bar). Entiendo que los sábados no haya servicio en mesa si el bar está lleno, pero estando vacío me parece un servicio pésimo. Además, después de sentarnos el camarero se dispone a salir a fumar con el móvil unos 10-15 min. Para fumar hay tiempo pero para servir las bebidas en la mesa no? Yo soy el propietario y este chico ya no trabaja ahí.

• Útil
• No útil
• Responder

Es un local al lado del puerto de Palma, en la zona de moda de Santa Catalina. Tiene una buena terraza aunque el interior es pequeño. Lis precios algo altos. Yo pedí un Aperon Spritz y me da la sensación de que no es hecho a mano sino de botella o sifón, no lo puedo asegurar porque no vi como lo hacían. Por la terraza, la zona y el ambiente es recomendable

• Útil
• No útil
• Responder

Cócteles, servicio y ambiente estupendos.👌

• Útil
• No útil
• Responder

Hemos comido unos nachos súper ricos y tomado unos cócteles en la terraza. Es un sitio muy bonito en el corazón de la movida, con muy buen ambiente y camareros amables. Vamos a volver sin falta!

• Útil
• No útil
• Responder

Decepcionante decadencia de un bar vibrante a un lugar aburrido y elitista. El bar que solía ser un punto de encuentro para personas de diferentes estilos y personalidades, ha perdido completamente su esencia y se ha transformado en un lugar exclusivo y monótono. La decepción es evidente en cada rincón de este establecimiento, que antes solía irradiar vida y energía. Una vez bullicioso y lleno de diversión, este bar se ha convertido en un refugio para aquellos con billeteras abultadas y sin una pizca de originalidad. La diversidad y la autenticidad se han desvanecido, dando paso a una atmósfera estéril y sin alma. Es triste ver cómo un lugar que alguna vez fue un escape para aquellos que buscaban una experiencia auténtica, ahora solo atrae a una clientela adinerada y aburrida. La calidad del servicio también ha disminuido drásticamente. Antes, el personal era amable y atento, haciendo que cada visita fuera memorable. Sin embargo, ahora se percibe una actitud distante y desinteresada por parte de los empleados, como si estuvieran más preocupados por su propia imagen que por brindar una experiencia agradable a los clientes. Además, los precios exorbitantes y las porciones mínimas muestran claramente que este bar solo tiene en mente el bolsillo de los ricos y no la satisfacción de sus visitantes. Parece que han olvidado que un buen ambiente y una experiencia memorable no se basan únicamente en el dinero gastado, sino en la conexión humana y la autenticida

• Útil
• No útil
• Responder