Chiringuito Prado Bello

Música suave mientras degustas una riquísima comida y disfrutas de la vista, una playa perfecta. Los camareros muy majos y en las cocina un o una crack!

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Decidimos visitar este chiringuito porque actuaba un grupo que nos gusta mucho y aprovechamos para cenar y tomar algo después de un dia de playa. Cuento nuestra experiencia: se apresuraron en querer tomar la comanda y en recoger las consumiciones pero luego se olvidaron de servirnos parte de la comida y no fue porque no diesen abasto, el local no estaba lleno. Para terminar, le dijimos al camarero que queríamos llevarnos lo que nos había sobrado y nos dijo que teníamos que pagar 1€ por el envase (según tengo entendido no pueden cobrártelo) e igualmente a pesar de quedarnos sorprendidos accedimos. Finalmente, al traernos la cuenta nos dicen que no nos incluyen el euro en un tono como si nos estuviesen haciendo un favor. No me gusta hacer este tipo de apreciaciones pero en este caso fue un cúmulo de circunstancias que han hecho que nuestra experiencia no haya sido del todo buena. Por otro lado, las vistas son buenas; se puede disfrutar de una bonita puesta de sol mientras tomas algo.

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Lugar con unas vistas increíbles y un personal muy amable! Fuimos a disfrutar de uno de los conciertos de este fin de semana y nos encantó! Ambiente estupendo para una noche de verano. Recomendadisimo, apuestan por la música en directo!

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Totalmente recomendable. Un gran producto. En particular me encantó el pulpo y sus mejillones. Y fenomenal el trato. Nos atendió Fernando y no se puede ser más atento profesional y encantador. De 10

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Cenamos a primera hora y muy bien. Precio calidad buena. Amables. Y con concierto excelente de música en directo. Recomendable y con vistas muy buenas.

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Muy bueno todo!!

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Reserva para las 14:00h. Llegamos a esa hora con niños, pedimos primero para ellos unas milanesas y tardaron una hora en servir. No había nadie en el local cuando llegamos. Preguntamos por la tardanza y nos dijeron que la cocina acababa de ponerse a funcionar. Si a hora punta de un jueves tardan una hora, a saber lo que pasa en fin de semana. En definitiva, da la impresión de que abrieron un restaurante como podrían haber abierto una zapatería.

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