Castaño Playas - Canelas

Un lugar encantador frente a la playa, prefecto para un vermú, no puedo opinar de la comida. La camarera muy graciosa. La playa preciosa.

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El sitio no puede ser más bonito, las vistas son espectaculares, la comida que ofrecen perfecta, con productos frescos como pueden ser calamares o mejillones. Pero sobre todo la rapidez del servicio y la atención de los camareros, en especial Víctor desde que hemos llegado nos ha atendido como si fuésemos familia y así nos ha hecho sentir, gracias de verdad Víctor.

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Fuimos a comer mi marido y yo,pedimos 2 bocadillos y traen el mío,después de un buen rato pregunto a la camarera si faltaba mucho para el bocadillo de mi marido! Me dice que no habíamos pedido 2 bocadillos cuando le especificamos incluso con los ingredientes que lo queríamos! Lo pide y lo trae mal! Lo mandamos De vuelta otra vez! Ni unas disculpas! Luego pedimos 2 cafés y la cuenta tuvimos que pedirla 5 veces! El sitio medio lleno,camareros que no se enteran,lentos…..! No volveremos

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El sitio esta bien y tiene unas vistas brutales los cocteles están bien aunque los precios me parecen un poco elevados supongo que sera por la zona! El servio esta bien un poco lento pero en general bien! Ai poca separacion entre pas mesas prácticamente inexistente Si la mesas no esta llena se esta bien sino se hace un poco agobiante

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Hemos comido dos días, y la verdad que todo bastante bien, solo el bocata de lomo, que el lomo era demasiado fino... Si me gustaría reseñar una acción, que ni a mi, ni a mi mujer nos ha gustado hoy. Han sido las formas de un camarero, que lleva la cabeza rapada, y ha demostrado no tener un pelo de educación para con una de sus compañeras. Ha echo, lo hemos visto mi mujer y yo, que estábamos alli, un comentario muy machista y despectivo hacia una de sus compañeras, hablándola con mal tono, sobre que usase las dos manos para servir, cuando él estaba sin hacer nada, mirando. Más de una mesa se ha dado cuenta de eso, y en ese momento ha venido la camarera a nuestra mesa, a traer la cuenta. Le hemos echo saber que nos habíamos dado cuenta del acto de su compañero, y ella ha comentado que a veces tiene ese tono, parece ser que es como encargado. La pobre chica se ha puesto a llorar. Tanto mi mujer como yo, la hemos dicho y aconsejado que no permita más veces esas formas a nadie, el respeto esta por encima de toda categoría en el trabajo. No nos gustaría, que esta reseña se utilice para perjudicar a ninguno de los dos trabajadores, solamente queremos dejar plasmado un echo, puntual, en un chiringuito de playa, que se come muy bien, el servicio es muy bueno, y está en una playa fantástica. Si volvemos a Portonovo, volveré a ese chiringuito.

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