Casa Avelina - Bar Estanco

Parada imprescindible en el camino. Después de muchos kilometros sin encontrar un bar donde parar, las mujeres que lo regentan muy amables, serviciales y dispuestas. Llegamos completamente mojadas y enseguida nos ofrecieron algo caliente de tomar, unas pastas para acompañar, periodicos para secarnos el calzado y, al preguntarles por un taxi porque no podiamos continuar hasta nuestro destino, llamaron de forma inmediata. Eternamente agradecidas por su generosidad y paciencia (éramos muchos completamente mojados y les anegamos el bar 🤣). Si algún día volvemos por esta zona, la visita es indudablemente obligatoria.

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Parada obligatoria para todos los peregrinos y los que no lo son ellas son un 10

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Solo se me ocurre decir que es un encanto. El trato con el peregrino como en ningún sitio.

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Parada obligatoria. Exquisitamente pendientes de l@s peregrin@s. El pan de maíz una delicia. La dueña un amor de persona.

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Bar impecable con una atención excelente! Para los caminantes es llegar a un Oasis! Pase dos veces como caminante y este año fui simplemente a visitarlo y tomar un riquísimo cafe. Pero lo mejor es la calidez y el cariño que entregan las dueñas del lugar! No hay palabras para describir la atención dispensado!

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Haciendo camino de Santiago, paré de casualidad... Menos mal... propietarias entrañables, el mejor sitio de todo el camino inglés, muy entrañable para el peregrino, son geniales... Buenos bocadillos, pan espectacular, si estás en el camino cuenta con q te vas a quedar un buen rato, siguiente albergue muy cerca 2 km, merece la pena quedarse un rato con las avelinas

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Ha sido como entrar en el paraíso. Adelina es como la abuela que todos quisimos tener, todo son atenciones y cariño al peregrino. Me voy feliz y con más fuerzas para terminar el camino. Parada imprescindible antes de llegar a Bruma

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Atentas a más no poder las 2 señoras que atienden el lugar. Parecen 2 ángeles caídos del cielo. En mi caso en particular no sólo me ofrecieron una ropa seca regalada por ellas por llegar empapada por la lluvia del camino, sino que me dieron igualmente un paraguas porque el mío se había roto por los vientos huracanados. Un amor de trato. Altamente recomendable

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Avelina no estaba, pero nos atendió su hermana que no recuerdo el nombre. Una mujer súper atenta y agradable, nos recomendó ir a comer al restaurante de Avelino, y la verdad que se quedó corta con la información, porque estaba aún mejor de lo que no los describió. Es un buen sitio para descansar los pies, tomarte una buena cerveza y por supuesto ir a almorzar 👌

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