Cantina La Dominica

Muy buena atención, bien servido, los precios son buenos y el lugar es agradable.

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Una cantina atemporal, buen precio, buen ambiente y es cómo viajar a una época del cine de oro. La cubas te las dan bien llenas.

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Yo solo tengo un hermano, y se da la casualidad de que los dos somos hermanos menores. Esto es un detalle no menor que nos impulsa a viajar por el mundo en busca de nuestro primogénito. Que es curioso que sea primo, y no hermano. Pero bueno, centrémonos en lo que hoy nos congrega aquí. Mi hermano y yo tuvimos la osadía de adentrarnos en La Cantina La Dominica (la única cantina mexicana que cuenta sus palabras por mayúsculas). La cuestión diletante es que lo allí acaecido superó los límites de lo minimamente admitible en nuestro universo paralelo (“¿paralelo a qué?”, preguntaría Pancho Sanza). Voy a limitarme a detallar, lo más objetivamente que me sea posible, lo que allí sucedió: 1- Entramos por la puerta, con esa clase yugoslava que nos caracteriza. 2- Pedimos dos brebajes cósmicos locales. 3- Nos dimos cuenta de que allí hervían líquidos ambientales provenientes de otras latitudes. 4- Comenzamos a sospechar que todo estaba llegando a ser nada. 5- Entraron unos mariachis saltimbanquis con la firme intención de despertar a un colega astronauta que intentaba dormitar su cansancio existencial en la barra. 6- Luego apareció un señor madrileño denominado Señor Gascón, y todo comenzó a desordenarse. 7- Un niño comenzó a preguntar si alguien había visto a alguien alguna vez en esa cantina mientras intentaba vender una estampita que sujetaba con pita para volver a recuperarla una vez cobrado el precio que pedía por ella. 8- Hubo gente. 9- Alguien intentó pagar todas las rondas de la cantina pero su unica moneda resultaba no ser de curso legal (que ademas había suspendido), y terminó por decretar la barra libre. 10- El excelso barman determinó que todos los asistentes nos encontrábamos soñados por alguien inexistente, y que por ende entonces comenzaba lo que entonces terminaba. Y es así como todos nos fuimos para casa en paz. Como hermanos. Como hermanos menores. Y es que no hay hermano mayor en La Cantina La Dominica, “la cantina donde nadie vigila”.

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Buen lugar .La pasas suave

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Lugar al que se le notan los años, me parece tiene más de sesenta, la botana está bien, nada espectacular y lo único malo es que se le acabaron las cervezas antes de tiempo y solo le quedaban barrilitos

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Pésimo lugar ! Sucio en gral ! Mal oliente ! El mesero en lugar de estar pendiente de tú servicio se sienta a comer! Asco de sitio ! Debut y despedida🤢🤢🤢🤢🤢🤢🤢🤢🤢🤢🤢🤢🤢

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Buena atención ademas de la rica botana que dan excelente la verdad vale la pena pasar

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Muy tranquilo lugar buena atención para tomar algo después de comprar tus cosas en el centro

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Me encanta esta cantina la mejor de la zona, la mayoría de los clientes son amigos, gran ambiente. Me encanta la dominica

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Los tragos son bien servidos

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