Café Bar Playa

Podían llamarlo la casa de las patatas fritas, ya que se sirven de ellas para vestir raciones muy pobres. 7 euros por cuatro croquetas, sí cuatro, pequeñas y nada conseguidas,por cierto: o 9 euros por cinco chipirones, sí cinco. Eso si, rodeados de muchas patatas fritas para disimularlo. Evidentemente nos quejamos, y esta última nos negamos a comerla y pagarla, porque ya era demasiado. Es muy poco habitual en una tierra donde se come tanto y tan bien, dar con un sitio como este. Os recomiendo que os ahorreis el mal trago

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La ubicación de este restaurante es buena, con espacio en bancadas en el exterior y un asador también fuera del local, que permite tomar carne o pescado recién asado. En nuestro caso pedimos gambas al ajillo bastante buenas, unas croquetas de pulpo que no estaban logradas ni de sabor, ni de bechamel, unos chipirones fritos con buen sabor en el medio de una fuente de patatas fritas y una ensalada con abundante lechuga, . Sin postre y con cerveza sin alcohol 16 euros cada uno...el servicio es rápido..pero tiene que mejorar en algunos aspectos.

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La comida estaba buena, precios acordes a un sitio turístico. Todo bastante normal. Buena atención del personal.

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Mejoraría el tiempo de espera. Pedimos primero unas navajas y luego a los 10 minutos, se nos antojó unos mejillones al vapor. Tiempo de espera, 1 hora. Estaba bueno aunque algun mejillón poco cocido. Nos preguntaron que si nos había gustado y la respuesta fue que sí, pero demasiado tiempo esperando. La respuesta fue «que allí lo hacen todo en el acto». Creo que se fueron a pescar también. 3 cervezas,pan, navajas y mejillones;24,10 €

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La carta es muy pequeña, pero nos sorprendió (no gratamente) ver que fuera de carta hay más cosas, lastima que no te las dicen, o las ves en la mesa de al lado o te las imaginas, por que nadie te dice nada. No termino de entender el porqué, me voy con mal sabor de boca, podríamos haber comido cosas que nos gustaban más, pero sin información es complicado. Le pregunté si tenían pulpo a la brasa(por las fotos de otras reseñas) y no me dijo que si o no, simplemente lo apuntó, como si yo ya lo supiera de antemano, pero repito, la carta tiene 5 platos y ese no está. Me quedé con ganas de unas sardinas a la brasa, de la mesa de al lado, según el camarero recién pescadas. Una pena, no volveré. 42€, 2 raciones, 6 bebidas y 3 cafes, 2 adultos y 1 niño

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