Café Bar La Herradura

Venimos de Alicante. Nos trajo un familiar de la zona, vinimos para cenar en el exterior, era Verano. Sirven comida tradicional española y bejarana: Jeta, morro, tortilla de patatas, lagarto (cerdo asado), croquetas, etc. el sitio es de “batalla”, con una relación calidad-precio muy buena. Volveremos.

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Emplazado en un lugar auténtico y apartado del bullicio. Ofrecen paella, raciones muy diversas... con muy buenos y frescos productos, excelentemente cocinados a un precio imbatible. Fue un acierto ir a cenar y repetimos días más tarde al pedir unas raciones para llevar. Raciones de oreja, lagarto, selección de pescado en fritura, croquetas caseras... todo estaba riquísimo. Cuentan con varias terrazas exteriores y un comedor interior. Recomendable 💯 x 💯. Y la atención de Sandra y Eduardo de 10.

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Un sitio excelente rodeado de naturaleza, con unas vistas impresionantes desde sus amplias terrazas. La comida toda casera y con una amplia variedad pero lo más importante, el servicio y la atención son sobresalientes. Una muy buena opción tanto para picotear como para comer en un entorno envidiable.

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Maravilla de sitio. Trato y comida de 10. Genial para ir con buen tiempo porque tiene muchísimo espacio de terraza. Está cerca de una zona fantástica de escalada así que es el final perfecto para una mañana de deporte al aire libre. Muy buen ambiente :)

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Un lugar muy familiar, con mucha sombra, trato muy agradable y comida sencilla y sabrosa. Probamos, entre otras cosas: lagarto (una parte del cerdo) mega-patatas con huevo frito, ensalada típica de la tierra (con naranja y queso), morro adobado con pimentón. Todo muy rico. Típico ambiente de domingo de vermouth rural, muy auténtico y sin pretensiones. Está en la entrada del pueblo, al lado del consultorio médico. Si vas a la piscina municipal de La Cerrallana, está un poquito más adelante. Totalmente recomendable

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El sitio espectacular, en plena naturaleza rodeados de vacas, el restaurante muy amplio con dos terrazas y el interior muy grande. Nosotros fuimos en familia y con dos niños pequeños que se lo pasaron en grande por la amplitud del sitio para moverse libremente. La comida riquísima todo casero y bien elaborado, y el trato fue excelente. Pasamos una velada muy agradable.

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