Café de la plaza

Las camareras fueron muy agradables y atentas con nosotros en todo momento. Incluso ofrecieron agua a nuestro perro. Los baños estaban muy limpios.

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Bocatas muy buenos en un pueblo con encanto

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precios caros, camarera poco profesional, mal caracter y desagradable en el trato con los clientes, no vuelvo

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Servicio lento, sin pago con tarjeta. Las raciones con medio plato de patatas fritas y poca chicha. Tampoco demasiado barato para el servicio que se ofrece. No vuelvo.

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Platos combinados correctos y servicio amable. No son especialmente rápidos, pero si no tienes prisa es un buen sitio para parar a comer algo sencillo

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Servicio lentísimo. 1:30h para empezar a comer... Comimos unos platos combinados buenos, pero no vale la pena la espera. Eso sí, con nosotros la camarera ha sido simpática. Lo que ha sido fuerte después ir al baño y ver el cartel en los dos lavabos de solo para hacer pis como se ve en la foto.

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Antes de valorar al establecimiento en si, hemos de tener en cuenta las circunstancias de las fechas y las características del lugar. Ayerbe es un pueblecito digno de ver, con poco más de 1000 habitantes que, al llegar el verano, entre los que vuelven y los turistas, se saturan los servicios, con lo que es difícil, en la horas punta, encontrar mesa donde comer, tomar un refresco o cenar. Como queríamos cenar ligero, tipo bocadillo, pregunté a la señorita que había en la barra y nos comentó que además tenían raciones, lo que nos pareció perfecto. En cuanto a las mesas, hay que tener suerte para encontrar alguna libre por las circunstancias comentadas al principio. Nosotros vimos una mesa vacía, le preguntamos al camarero (el único que había para atender a demasiadas mesas de la terraza) que nos la limpió y como era temprano (las 20 horas) la cocina aun no estaba abierta, (abren a las 20,30) así que miramos el menú, pedimos un refresco y lo que queríamos cenar (bocadillo de calamares y huevos estrellados con jamón) así que a las 20,45 teníamos la cena en la mesa. El bocadillo muy completo, el pan muy bueno y los calamares tiernos y los huevos, bien presentado y muy bueno. Cenamos muy bien y buen precio: cena, refrescos y cortados 18,00€. y, a pesar de ir saturado, el camarero muy amable. Está claro que si vas a las 21,30, será aun más complicado que te sirvan rápido.

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La camarera de la barra es una máquina y está por la faena, pero está desbordada. La otra camarera solo recogía mesas y no atendía. Te ignora, vamos. Hemos ido a pedir la consumición dentro. Tiene terraza agradable. Se puede aparcar cerca. Cobro en Visa si más de 10 euros. Para parar por emergencia y poco más.

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Un trato pésimo. Fuimos a pedir mesa para comer y pese a que había hueco y no estábamos poniendo problemas de dividirnos en dos mesas no nos querían atender. Tan solo nos daban largas diciendo que en breves nos atendían pero ya llevábamos esperando más de 20 minutos cuando decidimos irnos. Entre eso y las malas respuestas del personal explica la puntuación. Por decir algo bueno la comida tenía buena pinta, hablaría del sabor pero al parecer no nos querían de clientes

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