Bar - Restaurante La Panaderia

La gran mayoría de la gente viene aquí a probar los judiones y el cochinillo, y nosotros no fuimos menos. Los judiones están espectaculares. El cochinillo también, de los mejores que he probado. También probamos el pulpo (recomendable) y el entrecot, el más flojito en mi opinión. De los postres, el ponche segoviano está exquisito, la tarta de queso también, pero el arroz con leche está demasiado aguado, le falta cremosidad. Los camareros nos atendieron de maravilla, teniendo mucha paciencia con nosotros, ya que éramos un grupo grande con niños. Muy buena relación calidad precio.

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Siguiendo las buenas opiniones de este restaurante decidimos hacer reserva. Está ubicado en una tranquila calle sin salida , muy cerca del centro. El local es de dos plantas con terraza exterior, tiene una bonita decoración rústica. El servicio es muy amable y cercano, tienen una carta variada, así como menús entre semana, los asados hay que pedirlos por encargo. En nuestro caso habíamos pedido previamente cochinillo y el cuarto de cordero, pero también probamos la ensalada de pimientos asados y las croquetas de jamón y boletus. Todo estaba exquisito, muy bien presentado, raciones generosas, las carnes en su punto y con un crujiente espectacular!!. De postre todos son caseros, pero pedimos el ponche segoviano que estaba muy bueno. El precio es moderado, aunque los asados son algo más costosos, pero es que la calidad se paga. Fuimos durante las fiestas de San Luis y pudimos constatar que muchas mesas estaban ocupadas por gente de allí; lo cual es muy positivo, pues es de los del pueblo de quién mejor uno se puede fiar. Gran día pasamos en la Granja y en este restaurante que fue todo un acierto.

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Fuimos con niños después de visitar la Fábrica de Cristales de La Granja, la cual está a tan solo 3 minutos andando. Pedimos dos menús y aparte un gazpacho, unas brochetas y unas croquetas. La chica morena que nos atendió nos trató estupendamente, los platos eran generosos y los niños comieron genial (normal porque estaba todo riquísimo). Lo único que tardan bastante en servirte, por lo que no es buena opción si vas con prisas.

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Hemos descubierto este restaurante por la recomendación de un amigo, y no ha fallado. El cochinillo estaba crujiente por fuera y tierno por dentro. Las gambas y brochetas de pollo no son nada de otro mundo. Y el bacalao estaba buenísimo.

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La comida es buena. Hemos pedido menús de fines de semana. El bacalao estaba bueno, las croquetas de setas están ricas. El estilo del restaurante es rústico, con doble planta. El restaurante se encuentra en un rincón del pueblo. Uno no lo encontraría si no conoce la existencia de este este restaurante, pero el rincón tiene su encanto especial, con edificios de fachada de distintos colores. Eso sí, si el vecino no tendiese su ropa en sus ventanas, el rincón sería mucho más bonito :)

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