Bar restaurante Casa Hermanos Ferrera Alos

La experiencia muy buena a pesar de haber llegado un poco tarde nos atendieron muy bien, la comida muy buena en sabor y cantidad y el servicio de la camarera que nos atendió TRINI EXCELENTE aunque también tuvimos la suerte de conocer al resto del equipo , Gracias por dejarnos disfrutar de vuestra comida y hospitalidad, lo recomiendo y nosotros VOLVEMOS.

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Comida espectacular todo buenísimo! Nos atendió TRINI es una pedazo de camarera a pesar de la hora que era y que éramos una mesa grande no perdió su agrado u su paciencia!! 💯 recomendable

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Somos 10 personas de Sevilla y es la mejor bodega del pueblo para comer, calidad suprema y el trato estupendo sobre todo la camarera super Trini espectacular trato. Sin duda alguna volveré a repetir 😃

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Excelente comida y un personal muy agradable. Lo recomiendo plenamente.

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Pasamos por este pueblecito buscando un lugar para comer y, tras intentarlo en un par de sitios (Terraza Mirador y La Cantina) que estaban cerrados, el hambre nos apretaba y llegamos a este sitio sin más expectativas que salir comidos. Al ser viernes a mediodía, tuvimos la oportunidad de pedir el menú del día (ignoro si también habrá los fines de semana y si tendrá otro precio) que, por 8 euros, incluía primer plato, segundo, bebida, pan y postre o café. Había 3-4 opciones de primero y segundo para satisfacer todos los gustos. Nos decantamos todos los del grupito que fuimos por esta opción y fue un acierto. Los platos eran de buena calidad y muy abundantes. Casi todos los comensales tuvieron serios problemas para terminarse sus dos platos, pese a que eran de buen comer. Adjunto foto de mi plato de chocos fritos con ensalada (aunque ya me había comido alguno). Entre tanta comida, casi nos olvidamos de los postres. Todo casero, grande y muy rico (adjunto foto de la tarta de queso con una bola de helado). La comida es casera y sabrosa. Sin lujos ni pretensiones gastronómicas tan de moda en estos tiempos. Además del menú, toda la carta tenía buena pinta y los precios eran razonables. El salón es bastante grande y se estaba de lujo con el aire acondicionado en pleno julio. El camarero que nos atendió fue divertido y atento. Por poner una pega, fueron un pelín lentos (nada exagerado) a la hora de traer los platos, pero la espera mereció la pena con crece

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