Bar Plaça

Entramos 3 personas con un perrito en brazos de un kilito de peso, pregunte si podía entrar sabiendo que había terraza y con malas formas el dueño del local nos dejó entrar. Nefasta educación tanto de el como de las camareras. A la hora de cobrarnos , dos cañitas y un agua diminuta 5 euros?

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Entramos 3 personas con un perrito en brazos de un kilito de peso, pregunte si podía entrar sabiendo que había terraza y con malas formas el dueño del local nos dejó entrar. Nefasta educación tanto de el como de las camareras. A la hora de cobrarnos , dos cañitas y un agua diminuta 5 euros?

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El señor que atiende es muy maleducado . Intentamos sentarnos a comer que la mitad de las meses del comedor disponibles y sin siquiera mirarnos , girando el dedo nos dice que no podemos comer y al preguntar por qué con muy malos modos nos dice por qué no tenemos reserva . Todo de espaldas y de malas formas

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Los vasos y cubiertos sucios, el café ni nos lo pudimos terminar.Quisimos comer algo y se negó al no tener reserva con 3 mesas ocupadas, ni una tostada.El señor que nos atendió sin gracia alguna, muy antipático.

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Todo buenísimo. Los dueños muy atentos.

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Bar tradicional en la plaza del pueblo. Ambiente tranquilo y familiar. Productos frescos del día. No hay carta, el dueño te dice lo que tiene fresco ese día y te hace el menú en base a esos productos. Nos pusieron tellinas, pulpo a la plancha con puré de patata, sardinas a la plancha, calamarito de bahía, galeras a la plancha muy jugosas y pescadito frito variado. A parte nos invitó a una tapa de guisado de pulpo con patatas que estaba buenísimo. De postre y eso que nunca pido postre, pero aquí hay que pedirla, pedimos tarta de calabaza, muy típica de la zona. Para llorar. Calidad de producto y todo hecho en el momento.

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