Bar Las Eras

Que quieres unos huevos y no los tienen carta? No pasa nada!! Y te sacan los mejores huevos con chistorra que me he comido. Gente maja y buena música

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No voy a poder opinar sobre la comida, ya que no tuvimos opción a probar, el caso fue que el sábado fuimos cuando abrieron a preguntar si hacían reserva , el camarero me dijo que era una tasca pequeña y que no reservaban , le preguntamos si se llenaba mucho el comento que depende el día, que probáramos esto era las 19.30h así que con su respuesta decidimos ir temprano a las 20h, SORPRESA!!! Va y nos dice tenéis reserva? cómo? Pues no nos has dicho que no se reserva? Pues dice está todo reservado increíble!!!! si hace media hora que nos has dicho que no se hacían reserva, contesta si solo a la gente del pueblo que yo vivo de ellos, fantástico cuidar así al turismo que seguro que os irá muy bien, decir que éramos un grupo de 11 pero como le comentamos al camarero que nos podríamos distribuir por varias mesas sin problemas, Total que no quería trabajar ni atendernos. SUPER MAL EDUCADO!!!

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Terraza súper agradable sin más pretensiones que disfrutar de sus consejos para comer y los vinos que descubren de otras zonas. Muy amables y amantes de los perretes que es muy de agradecer. Es el bar de referencia de estancia de 4 días en Beceite.

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Bravas espectaculares, frescas (no congeladas), hechas al momento y con un allioli y una reducción de tomate increíble 12 sobre 10. También pedimos un pincho de tortilla que nada tenía que envidiar a la de mi madre y esos fingers de pollo con toque oriental eran una delicia. Yo tomé el vino de la casa, un verdejo que entraba solo. El ambiente agradable y tanto el camarero como el cocinero, extremadamente amables y agradables. Sin duda será una parada obligatoria en nuestro paso por Beceite

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Este bar y su dueño nos hicieron sentir en casa, a diferencia de otro bar en otra plaza. En los tres días en Beceite, fuimos tres veces y nos llevamos tortilla para la caminata del Parrizal, que nos sentó de gloria. En especial nos gustó el jamón asado a fuego lento y los pinchos. Son pocos los sitios de atención personalizada y este es uno de ellos. Le comenté que quería probar vinos de la zona y que hace poco había descubierto la Garnacha y cuando volví el lo recordaba y me ofreció probar uno nuevo. A la ida, el y todos los lugareños que estaban allí se despidieron de nosotros y nos invitaron otra vez en Beceite. Esperamos que les vaya todo bien!

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