Bar LaLola

Vale la pena

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Un sitio espectacular! Entramos por casualidad y nos gusto mucho. Pedro es encantador. Un servicio rápido, ejemplar y con una atención al cliente sublime. La comida es casera y la cocinan al momento. No teníamos ni idea de que pedir pero todo lo que nos aconsejó Pedro estuvo genial. Muy buen profesional!

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Nos ha encantado comer en este restaurante. Tenemos una perrita y nos sorprendió mucho el buen trato hacia ella y también hacia nosotros. La cocina es espectacular y las camareras muy majas. No es fácil encontrar un lugar en el que puedas comer dentro del restaurante con tu perro y que además lo traten tan bien. Sin duda un gran sitio donde volveremos.

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Nos atienden lentas y de mala gana, seguramente porque para comer deben entender que unas tapas no les dan tanta ganancia como los menús. Pedimos croquetas, y no hay, pedimos lo que entendemos es ventresca con tomate y empieza la moda de servirte cocina fusion, una rodaja de tomate, un trocito de ventresca de atún y una bola de helado de vainilla!!!.O bien no lo leímos, que es posible,o bien no estaba indicado.No casaba nada ni maridaba nada.6,20 € por 2 rodajas...Suerte que los calamares,en plato sopero,aun estaban buenos.Siempre vamos al bar del hotel de enfrente, estaba cerrado y probamos este. ..

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Hemos venido recomendados por amigos. Teníamos reserva a las 21.30h. Tras 3 intentos, conseguimos que nos sienten en la mesa. Hasta las 22h no nos toman nota y pedimos ensalada de frutos secos y queso de cabra, una ración de croquetas, patatas bravas y risotto de verduras. Sobre las 22.20h nos traen la ensalada y al decirle a mi hijo (que está ya muerto de hambre) que si come un poco de ensalada mientras nos traen las croquetas, me oye la camarera y pide que le pongan 3 croquetas (la ración era de 2 unidades). Todo un detalle, pero las sirven frías. A las 22.45h nos sirven las patatas bravas. A las 23h aún no nos han servido el risotto, con que decidimos que ya es tiempo suficiente de espera y pedimos la cuenta. En ese momento la camarera nos pregunta si nos falta algo y le decimos que el risotto. Al traernos la cuenta 23.08h, nos preguntan si nos lo hacen y les decimos que ya no (la camarera ya lo había deducido). Veníamos con expectativas y nos vamos defraudados. Falta personal para llegar a todo. Eso sí, la ensalada y las patatas bravas muy buenas.

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Comida buena, admiten perros, bien ubicado y no volvería ni loco. Falta de limpieza ( ver fotos del sofá, la panera y del baño no la pongo) La dueña (o lo parecía) muy atenta pero los camareros no se entraban y nos ha costado más de 2 horas y media comer de picoteo Una pena porque la comida estaba muy buena pero la limpieza es básica. La oreja de las mejores que he comido nunca

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