Bar La Carretera

Cinco estrellas porque no le puedo dar MÁS. La atención al cliente de 10, aunque también la comida está muy buena, en nuestro caso fuimos a hacer la ruta del silencio y llegamos tarde estando casi cerrado aún así nos atendieron con una sonrisa de oreja oreja recomendándonos un montón de platos decidimos comer unos bocadillos que estaban buenísimos como he dicho antes lo mejor es la amabilidad del personal en todo el rato estuvieron pendiente de nosotros y nos indicaron rutas para conocer la zona te hacen de guía turístico súper bien y además nos dieron la pegatina de la ruta del silencio una maravilla de sitio que sobre todo si vas en moto no te puedes perder

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Nos paramos en este bar para adentrarnos en la ruta del silencio. Para comenzar, llegamos a las 15:00h, nos tomaron nota, y la comida nos llegó a las 15:50h, el servicio pésimo, y la limpieza deja mucho que desear. Pedimos un bocata de calamares mondo y lirondo, y al pagar, ya que no nos dieron ni carta ni nada, nuestra sorpresa después del mal servicio, fue el precio abusivo por un bocata que no llevaba más de 5-6 calamares, 10€. No recomiendo nada este lugar. Comenzando por el servicio, la limpieza y los precios abusivos.

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*Actualización: Hemos vuelto varías veces a comer por que se come muy bien, Gloria es muy buena cocinera. Muy recomendable encargar la carne hecha en la barbacoa y espectacular las paletillas de cordero asadas. Para chuparse los dedos! 😋 Precios acordé a la calidad. -Bar de pueblo muy concurrido en verano, muy tranquilo el resto del año. Buen sitio para comer, cocina casera. Ha sido reformado este año y tambien ha habido cambio de propiedad. Como novedad una amplia carta de tapas. las noches de verano hacen Karaoke en la terraza. El servicio es amable y muy atento a todo. Un lugar de reunión para la gente del pueblo y un lugar para volver, siempre!

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Un sitio con mucho salero... Si haces la silent route, pasas justo por aquí y hacen unas tapas tremendas. El rabo de toro estaba para chuparse los dedos, igual que el morro frito o la oreja rebozada. Lo que no pudimos comernos, nos lo dieron en unos tápers de plástico para que nos lo lleváramos. La camarera muy simpática y los lugareños del pueblo que estaban ahí, muy agradables con nuestra visita. 😉🤌

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El sábado hicimos la ruta The Silent en moto por el Maestrazgo turolense. Almorzamos aquí y fue estupendo. Un trato muy amigable. La comida estupenda, se puede elegir un montón de cosas caseras. Y de precio muy bien 13 euros comida, bebida y cafe. Recomendable sin duda.

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