Bar La Calma

La comida y el precio muy bueno. La camarera deja muchísimo que desear en el trato con el cliente. A la hora de pagar nos dieron la cuenta como perdonandonos la vida. A la camarera le pongo una estrellita

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Muy tranquilo le va bien el nombre

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Fatal la experiencia. Pedimos un bocadillo con morcilla, chorizo y longaniza, y no nos lo sirvieron porque solo podia ser de una cosa, es decir o solo morcillas, solo chorizos o longanizas. Preguntamos porque no se podía mezclar y la respuesta fue que la cocinera se mareaba con las mezclas. Quedamos con cara de poker y nos fuimos al otro bar del pueblo que estaba mejor ubicado y a tope de gente. Ya sabemos porqué. No lo aconsejo.

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Cómo bien indica su Nombre,,, Mucha Calma. Trato Muy Desigual. Para tomar 2 cafés,,,, casi media hora de espera, Aún teniendo solo 2 mesas para atender. Eso mismo, Mucha Mucha Calma, para la gente que venimos de fuera.

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Bueno: ariscos, pocos profesionales y me voy con ganas de no volver. Por cierto, no sé si se come o se bebe bien, pues la falta de hospitalidad, nos echó antes fuera. No me dieron opción.

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Buen almuerzo y buen trato a destacar la calidad del pan algo que no suelo encontrar, precio económico. Recomendable, volveremos.

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Mi resumen sería: si no sois del pueblo, no vayáis y si váis, pedir la carta o preguntar precios y lo que entra. Antes intentad comer en el Chiringuito de Argelita al lado del río, todo más claro y barato. 12€el menú, para la cantidad y calidad (1 morcilla, 1 longaniza, escurrida y carbonizada,1 panceta, 1 chorizo, 1 ensalada pequeña para 4 y un helado) muy caro y todo revuelto en platos sin individualizar. No volveremos más. La jefa tiene poco tacto con el cliente y parece tomarte el pelo de manera descarada y sin gracia.

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