Bar kilometro 12

Despues de hacer la ruta de 12 km, al llegar a Cain hemos visto una terraza donde ponia que se piede comer bocata, siempre comprando la bebida en el bar. Hemos ido a la casita que esta encima de la terrasa i hemos comprado la bebida, sin saber que no era el bar de esta teraza i del bar de al lado( que es de esta teraza) una cervesa i unas olivas. Al sentarnos a comer viene un hombre, si se le puede decir asi, i de muy malas maneras nos dijo que retiremos de la mesa las bebidas que no se han comprado en su bar (justo la fe los niños), solo se puede beber la cervesa i las olivas, que los niños coman el bicata sin beber. Ha estado a nuestro lado hasta que sin acabar nos hemos ido. Que pena i vergüenza de personas asi.

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Bastante mal, sablazo por unas cañas y unos bocadillos y pegas hasta para entrar a un servicio un poco guarrete que tienen

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Carísimo. Cuatro jarras de cerveza, y tres coca colas 35€ Y cuatro bocatas de lomo queso y tres pinchos de tortilla 38€ Los bocatas sí tenían el precio puesto, pero lo demás no . Y sin ticket

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En este bar es el primero que te encuentras en la llegada a Caín de Valdeón según llegas de la Ruta del Cares, nos pareció un buen sitio tenia un monton de mesas y ponia en un cartel que te podias comer tu bocadillo en la terraza si consumias bebida, los precios de los bocadillos si estaban en un cartel, pero las bebidas no, pedimos 3 pinchos de tortilla con cuatro bocadillos de lomo, que nos cobraron al precio del cartel, el palo fué cuando fuimos a pagar las bebidas, 5 jarras de cerveza y 2 refrescos, 38 euros, abusivo, claro con razón te dejan comerte tu bocadillo ya te lo cobran con la bebida. NO SE OS OCURRA SENTAROS EN EL PRIMER BAR, seguid hacia delante que teneis tiendas y otros bares que no os estafen.

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Cutre, cutre , cutre.

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Estuve en Semana Santa , le he dado alguna vuelta por lo que creo que bebo decir lo que vi. La propietaria una mujer morena de pelo rizado gritando y humillando a la otra mujer rubia , la cual me miro avergonzada y marcho llorándo. Creo que no se debe permitir ese trato ni a clientes, ni a nadie. Es una vergüenza. Espero que algún cliente tenga la valentía de pedirle hojas de reclamaciones y poner a esta señora en el lugar que merece. Aunque haya cambiado el nombre del bar , ahora El Pelayo. Sigue estando la misma propietaria.

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Bocadillos con él pollo y lomo muy quemado y seco , apenas llevan condumio, carísimos , el aspecto no entra por los ojos . Con él hambre que llevábamos no quedaba otra . Luego nos compramos algo en la tienda de enfrente. Que nos atendió estupendamente. Para nosotros el Bar kilómetro 12. Le damos un 0 por mal servicio, mal aspecto del personal y falta de higiene en general.

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El entorno una preciosidad, lo que desentona es el chiringuito al que fuimos, no pedimos las hojas de reclamaciones por pena. Pedimos unas hamburguesas que sabían a rancio . Tardaron mucho en atendernos . Estaba todo muy desordenado y sucio . Dos personas atendiendo y la señora nos habló nervio y con mala cara . No lo recomiendo para nadie . Mejor comprar una bebida en la tienda de enfrente que tiene una bajada estupenda hacia el río y está muy fresquito.

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Muy caro y muy mala atención. La persona fue muy desagradable, solo estaba pendiente de que no compráramos en el kiosco de enfrente, que es más barato y mejor.

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Nos atendió una señora que estaba fumando , dejo en cigarrillo en e suelo y vino corriendo sin lavarse las manos. Mi amigo le pidió un helado de fresa el cual llevaba trozos de otros sabores, a mi me dio una cerveza casi caliente. Creo que no saben atender en condiciones. Se lo dije y me contestó déspota y ofendida . Me dio vergüenza ajena. Jamás volvería a ese bar tan cutre.

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Dejo una estrella y porque no hay menos. Cuando llegamos de hacer la ruta de 12km desde Poncebos, este era el único sitio que había abierto. Cuando nos atendieron nos dijeron que no tenían casi nada, no entiendo porqué estaban abiertos entonces. Nos ofrecieron pan, chorizos a la plancha y unas hamburguesas a la plancha “completas”. Todo esto con el pan del día anterior, el cual me ofrecieron tocar con la mano para comprobar su “frescura” y rechacé. Éramos tres adultos hambrientos después de la ruta y aún nos quedaba la vuelta, así que le dijimos que sí. Pedimos 3 refrescos y nos cobraron 26€ por esto. Me pareció que estaba mal y le pedí que revisara el precio, que eran hamburguesas sin pan . Me dijo que estaba bien que las hamburguesas iban a ser completas. Hay que pagar por adelantado y tienen un cartel de pago con tarjeta, pero tampoco les funcionaba. Cuando nos trajeron la comida, un desastre. Las hamburguesas sabían rancias y al final nos quedamos con hambre. Al pedirle explicaciones nos dijeron que no pensaban abrir ese día y que habían ido al lugar por unas obras. Nos dijeron que abrieron el chiringo por no dejar de atender a la gente. En resumen, que nos cobraron 26€ por tres bebidas, dos chorizos y dos hamburguesas sin pan, pero nos estaban haciendo un favor… Nos acordamos de los chorizos hasta nuestra vuelta en Poncebos.

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Terraza al lado del río genial para reponer fuerzas para la ruta de vuelta. Buen trato por parte de la propietaria. Precios razonables. Te permiten tomar tu propio bocadillo siempre y cuando compres una consumición en el bar, lo cual es totalmente entendible.

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Le doy una estrella porque es el mínimo y no puedo dar menos...pedimos dos bocadillos y dos cocacolas .los bocadillos nos cobraron lo que ponía y las Cocacola no salieron por 7 euros ,cuando en el quiosco de justo en frente están por 1,75. Tuvimos que tirar la mitad del pan de los bocadillos y juntarlo en medio de lo poco rellenos que estaban.

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Terminamos nuestra ruta en Caín, nos sentamos en unas mesas a tomar algo y comer. Estábamos desorientados y no conocíamos el sitio, así que nos sentamos en la primera mesa libre, mis compañeros fueron a por las bebidas, unos las cogieron en el bar y lo otros en el sitio de al lado, pensando que era una zona común; se sentaron en la mesa, y la camarera del bar vino con muy malos modales a echarles porque habían cogido una bebida en el otro lado, gritando que luego no pidieran ni usar su balo ni su wifi que no la habían pagado la consumición a ella; la explicamos que había sido un malentendido y que se levantaban, no contenta con ello siguió malmetiendo contra nuestros compañeros, nos montó el espectáculo allí. Considero que hay que tener mayor consideración al trabajar de cara al público y más cuando se está explicando que es un malentendido que lo entendíamos y nos íbamos…. Al sentarnos en unas mesas de al lado, vimos que el trato era así con muchas personas que llegaban de hacer la ruta y tenían el mismo malentendido. Nos fuimos muy descontentos, quizás el problema sea la mala señalización

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Me sabe fatal porque el trato fue muy correcto y el precio también, pero es que el bocadillo no había por donde cogerlo... El pan duro, el lomo (adobado) seco, el queso frío... De verdad, espero que fuera un caso aislado y tengan mucha suerte, pero si volviera, no iría a este sitio

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