BAR DESCARADO

Lunes 21 de agosto, ni un alma, 34°c a la sombra y un Sol insoportable y se nos ha hecho tarde para comer. Nos refugiamos con los niños a la sombra y nos sentamos en las sillas de plástico que tiene el bar en la calle para consultar en el teléfono opciones donde ir para comer, ya que el bar tiene la persiana medio bajada y está cerrando, y en eso nos sale una chica lo mas antipática y anti hospitalaria que me he encontrando nunca espetándonos que la terraza se paga!! Que nos vayamos a otra parte... El pueblo se quemó el año pasado y ahora parece Mordor, pero estás cosas tampoco ayudan a la economía local...No volveremos. Te voy a contestar: En primer lugar en ningún momento me río de la desgracia que sufrió el pueblo, al contrario, soy de la provincia y amo mi tierra, a todo castellonero de pura cepa le entristece que lo que antaño era un vergel ahora está desolado (y pido perdón porque mi referencia a Mordor no a sido nada afortunada fruto del enfado del momento y el insoportable calor que hacia ese día que te quemabas al Sol). Hacer turismo de interior es una modesta forma de apoyar a la economía local y a su gente...a lo cual ánimo a todos, haced consumo local !!!... Pero recalcó que el comportamiento que tuviste no ayuda precisamente a la imagen o recuerdo que das del pueblo y hace un flaco favor...crees que así te dan ganas de volver?. Lo que sucedio no se ajusta a como lo comentas, si no a mi descripción anterior: Íbamos a comer a tu bar y cuando llegamos estaba la persiana medio cerrada...mala suerte...se nos hizo tarde...nos sentamos en las sillas para ver donde podemos ir a esas horas y no habia pasado 1 minuto sales de debajo de la persiana y ni buenas tardes ni nada, que nos vayamos que la terraza paga...la frase que soltaste no merece más comentarios. No movimos mesas, No desordenamos nada...solo nos sentamos...que mal te haciamos? Yo creo que se pueden hacer las cosas de otra manera... no crees?...No se si tenías un mal día o estabas cansada o que, pero no fuiste nada educada.

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Todo muy rico y casero. Super atentos y como si estuvieras en familia. Lugar de lo más tranquilo para disfrutar de un almuerzo o comida. Será una parada obligada camino a montanejos, o volviendo. Muy atentos en todo!!!

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Guaaauuu. Que atención por parte de la dueña (Estela) y no menos por parte de sus padres ( Mari y Andrés). Bellísimas personas. Nos trataron como si nos conociéramos de toda la vida. La comida estupenda , abundante, y a un buen precio, y si después de ello te haces elcremaet que prepara Estela terminas en la gloria. Gracias familia por la atención, por hacernos cómplices con vuestro cariño y por habernos hecho tan felices como si estuviéramos en nuestra casa. Si tenemos ocasión nos volveremos a ver. Saludos.

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Fuimos toda la familia a cenar sin reserva y aún así nos atendieron de maravilla nos montaron una mesa para 8 y nos dieron de cenar de maravilla. Gracias por los diamantes (tomates) que nos regalaron y el detalle de la tarta sorpresa cuando oistes que era el cumpleaños sois geniales. Relacion calidad precio optima y el trato humano de 10

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Dicen que hacen tapas, bocadillos, platos... pero fui con mi pareja a la 1330h y no quisieron hacernos ni dos bocadillos fríos. El local olía mal, y por el trato que recibimos podemos decir que el bar hace honra a su nombre. Lo único que valía la pena era la abuelita que vendía miel casera en la calle de al lado. Una vergüenza.

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Bar con encanto, amabilidad y buen trato, tanto que hemos almorzado y hemos vuelto para comer el mismo día. Melisa es una camarera estupenda y nos hemos echado unas risas con ella. Su madre otro encanto. Tanto el almuerzo como la comida muy rico y bien de precio. Si venimos otro día a hacer alguna ruta o actividad no dudaremos en volver aquí para tomar o comer algo.

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