Bar Aries

La rosada plancha no era congelada si no momificada, las gambas al pil pil, ni eran al pil pil ni era gambas, más bien langostinos y pocos, las berenjenas muy ricas

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Buena ubicación , terraza agradable , medias raciones abundantes , sitio perfecto para una caña y tapa .

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Pues en el tal Aries del cual hago comentario,en ningún momento he comentado los días concretos que he estado yo no miento ni hago falsos testimonias Una pena que en un entorno tan bonito y en tan buena situación el negocio sea tan desagradable en trato y sérvicio el rato que estuve fue totalmente desagradable ,total no pienso volver será por terrazas en el entorno,,,,En que momento he citado yo que fuese hoy?,no se ponga usted la tirita antes de la herida ,observé vea y tome nota del porqué de mi comentario,he estado en su terraza consumiendo y soportando a un,,,una empleada desagradable totalmente es más le puedo hasta decir que compran su pan en panadería Ortiz y evidentemente eso fue un dia qué estaban abiertos así mismo le puedo referir el hueco adaptado que tienen ustedes como servicio para los caballeros,no entro a valorar su local ni productos,ni elaboraciones solo el trato tan desagradable que emplean con el cliente

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Buen lugar para pararse a tomarse algo mientras ves la plaza de la constitucion

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El domingo día 18 con motivo de la fiesta de las migas volví por Torrox como otros años y habitualmente hago, ya que soy vecina del pueblo de al lado. Estábamos 6 adultos y nos sentamos en la terraza. Hasta ahí bien. El caso es, que hacía un sol tremendo y le pedí amablemente al camarero que nos abriera la sombrilla. Y su respuesta fué la siguiente: Lo siento, pero la jefa me ha ordenado que la sombrilla no se abre porque en ambos lados de ésta mesa, las familias nos han pedido que NO se abran las sombrillas que quieren sol Yo me quedé un poco en Shock, y fuí yo personalmente pedirle a la dueña, que se encontraba desorganizada dentro del establecimiento, que nos abriese la sombrilla. Y su contestación fué que NO. Bueno pues ya que íbamos a dejar allí una suma de dinero considerable, sólo terminamos de consumir las bebidas pedidas y nos fuimos. Parece ser que los turistas de ambas mesas con dos copas de vino dejan más que nosotros. Pero bueno. Sólo decirle a ésa dueña, que tiene un servicio pésimo, a la hora de servir los clientes. Mucha gente joven que de organización entendían poco. Dentro del local un desastre, camarer@s por un y otro lado, desorganizados totalmente y de la cocina mejor ni hablar. No recomiendo para nada éste lugar. No sólo por lo ocurrido, sino por lo grosera y antipática que es la dueña con el cliente. Lo único bueno es la ubicación. Por lo demás más, vale que tengan más empatía con los clientes. Y que mire por la v

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