Bacoa Bar

Queríamos pasar un día en la piscina y vimos que el restaurante tenía buenas opiniones y no nos defraudó. La carta no es infinita pero es que no lo necesitan. Las milanesas son espectaculares, y el secreto y el pollo también. Merece la pena ir y ya no sólo porque vayas a la piscina y te haga el apaño, sino porque por si solo merece la pena. Una lástima que no abran todo el año pero en cuanto tengamos ocasión volveremos y lo recomendaremos siempre. El trato además ha sido de lo mejor al nivel de la comida. Sin duda un acierto.

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La comida es de gran calidad y está muy bien elaborada. Tanto las empanadas criollas como la milanesa son muy recomendables y absolutamente fieles a las que encontrarías en un restaurante argentino. Nuestros amigos tomaron hamburguesas y también les encantaron. El lugar es muy agradable. Está ubicado en la piscina municipal y aunque la temporada de verano termine, volveremos a comer o cenar en ese estupendo jardín en el que el bacoa bar está ubicado. El interior del local también es muy agradable. ⁷

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Más que un chiriguito de piscina, Guillermo y Paloma lo han elevado de categoría, la comida es deleciosa, las empanadas de verduras.. La napolitana, la ensaladilla no son de este mundo... El ambiente que han creado con una música deliciosa, cuando la piscina se cierra... Es el paraíso

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¡Comida súper buena, sitio maravilloso y personal muy amable! La milanesa está increíble y las empanadas argentinas muy ricas también. Nos quedamos con ganas de probar la quiche. Genial relación calidad-precio. Tienen una zona de terraza con vistas a la piscina, la cual es grande y muy cuidada, así que es un sitio perfecto donde pasar el día. ¡Sin duda, volveremos! Gracias Paloma y Guille por vuestra amabilidad y simpatía.

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Muy recomendable, de los mejores sitios de la zona, ideal para una jornada de piscina o de ruta por el embalse. La comida rica y hecha con mimo, sobre todo la milanesa y las empanadas. Esta dentro del recinto de la piscina municipal pero puedes entrar solo al bar. Es un sitio muy agradable, con unas buenas vistas. Además, las personas que lo llevan siempre tienen una sonrisa.

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Ya teníamos ganas de que el bar de la piscina recuperara su encanto. Buen trato, buen servicio, gente encantadora y con muchas ganas y además buena música. La parrilla está buenísima y si Rubén ameniza con la guitarra, ¿Qué más se puede pedir?

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