Atrio Restaurant

Apenas sabían freír un huevo, pero José Polo y Toño Pérez (Cáceres, 1961) decidieron desde muy jóvenes conquistar los paladares más exigentes con las recetas extremeñas que deleitaron sus infancias, arropados siempre por unos padres que se partían el lomo para sacarlos adelante y que nunca juzgaron que en la adolescencia se enamorasen perdidamente el uno del otro.

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Un lugar especial. Menú excelente alrededor del cerdo ibérico, bien tratado y con personal profesional que se ve que ama su trabajo. De esos restaurantes que te hacen sentir especial. Hace como 10 años recuerdo un festival de quesos de Extremadura que ya no ofrecen.

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MUY, MUY RECOMENDABLE. Este restaurante es toda una experiencia para los sentidos. Hemos estado varias veces pero nos encanta el flan de papada y la careta con cigala. La carta de vinos es realmente sublime con un sumíller que hace las mejores recomendaciones posibles. Buen servicio y ambiente agradable. Volveremos.

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Un ambiente espectacular, situado en una ciudad digna de ver, con una bodega digna de visitar. Su menú , que usa el cerdo como hilo conductor , sobresale por su cocina personal y por mantener viva platos tradicionales adaptados a la nueva cocina. Es sin duda una experiencia para los sentidos . El personal siempre atento y amable de gran profesionalidad. Sin duda merece la pena organizar un viaje solo para degustar su menú. Pero recuerde que esta es mi opinión basada en mis gustos personales y mi experiencia que no ha de coincidir con la suya

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Desde nuestra llegada nos hicieron sentir como en casa. Habitación amplia, cómoda, limpia con una bañera de ensueño donde relajarse tras un paseo por el casco antiguo de Cáceres. La experiencia del desayuno en la habitación merece la pena. Destacar también la terraza en la planta superior con piscina para los huéspedes. Menú degustación muy bueno y con dos estrellas michelin poco más que añadir. Caro pero muy especial.

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Nuestras vacaciones siempre giran en torno a restaurantes y gastronomía de alto nivel y estamos acostumbrados a sus precios y toda la experiencia que acompaña a este tipo de restaurantes. Todo es excelente en Atrio, lo que se espera de un dos estrellas. Por ello, mi enhorabuena. A mejorar: te quitan el plato en cuanto coges el bocado con los dedos (pues casi todo se come con las manos, no hay opción porque no tienes cubiertos). Te llevan a un ritmo frenético para que acabes pronto y, claro, con 28 platos de por medio no te da tiempo a disfrutar. Aún así gracias por todo.

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La cocina de Toño espectacular y como la explican sus camareros también, con su precio cerrado en menú degustación, hasta aquí todo perfecto. Solo un detalle para el equipo de camareros, hay que ser más transparentes en el precio de bebidas, te preguntan y ofrecen bebidas desde el inicio al fin, sin informar del precio (lo cual te llevas una gran y grave sorpresa en la cuenta), incluso pedí un vino que en carta esta a 60€ y cobran 66€, imagina el resto si por un agua cobran 7€.:.. Que conste que no me quejo del precio, porque sé a donde fui a comer, sino del camarero que no informa de los precios ni cambio de tarifa. ¿Volveré? No lo tengo claro.

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Maravilloso. Sin duda cumplió con nuestras expectativas. Sabores y texturas que a nosotros personalmente nos encantaron. Un auténtico homenaje al cerdo ibérico que te impresiona y hace gozar. Un festival de sabores que recomiendo probar. La atención por supuesto magnífica también. Volveremos

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