Asociación cultural El Puntazo

Un lugar con encanto. La decoración es cambiante y se adapta a lo que está de moda cada año. La pizarra llena de dibujos y 88 que le dan un toque acogedor. Tienen agujeros en la pared donde puedes guardar cosas y que ventilan el lugar. El baño es cómodo ya que está detrás del local, hay una valleta usada por Ivan pero no pasa nada. Ponen buenos cubatas y los de la peña estan bien buenos.

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Un restaurante exquisito. Una parada obligatoria en este encantador pueblo.Decidimos reservar la nueva zona VIP y no nos defraudaron en absoluto. Cenamos en una maravillosa azotea con vistas a un vello y rural pastizal.La comida fue excelente, la nueva versión ( de cosecha propia) del Sàn A Cob ( receta francesa) es una delicattesen digan de una estrella michelon. El servicio amable aunque nos miraron mal cuando pedimos un agua fría en vez de un vino o una copa de ron.No es para menos pues los vinos que en este restaurante había eran únicos, aromatizados con un toque de mo’ ho muy único. Lo único que puedo decir es que para bajar de la azotea tuvimos que saltar desde el tejado y mi pareja se rompió una pierna, pero es culpa suya por ser poco atlético. Un maravilloso sitio de parada obligada.

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Mis hijos y yo visitamos Fuente del Olmo por el cumpleaños de su abuelo Roberto y estuvimos buscando un buen rato un lugar para picar algo y... que suerte la nuestra que encontramos este lugar!! Nada más entrar un aura de calidez y familiaridad llega en forma de metre, el trato es impecable incluso con los más pequeños, Brianna y Romeo se sentaron encantados con la piruleta que María (creo que se llamaba la empleada) les habia regalado ☺️☺️ Además resulta muy accesible para aquellos con más dificultades, la pequeña Brianna, paralítica después de un accidente automóvilístico con un tractor en ese mismo pueblo, no tuvo problemas para acceder con su silla de ruedas al establecimiento gracias a las numerosas rampas y ascensores del local. La pobre no está acostumbrada a tanta hospitalidad con su situación!! Nos sentaron en una especie de palco que miraba a un pequeño escenario... la cena iría acompañada de una pequeña representación!! que sorpresa más espléndida. Si hablamos de la comida; exquisita. Tomamos la especialidad de la casa: de primero Sopa du Galliné Blanké seguido de unos deliciosos San Jacobs junto con un delicado vino al baño mohoso ( los nenes por supuesto lo acompañaron con coca cola y no vino), puede sonar grotesco pero les aseguro que estos sabores puramente campestres les harán sentir ambrosía en su boca. Jamás me lamenté tanto de no tener paladar (lo perdí en un accidente doméstico en ese mismo pueblo), y todo mientr

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Un lugar perfecto para tomar algo. Sus vinos añejos y bien macerados son una bomba de sabores indescriptibles, capaces de transportarte a otra dimensión, probar para creer. Las gente es espectacular, un trato inmejorable. Las dueñas del local nos estuvieron informando sobre las distintas variedades de vinos, pues ellas son expertas catadoras diarias. El ambiente es agradable, se nota que ponen mucho esfuerzo para mantener el local limpio, en condiciones higiénicas impecables. La música es muy tranquila y variada. Además, las vistas al bucólico pueblo de Fuente del Olmo le alegran el día a cualquiera. Una parada casi obligada para cualquiera que esté cerca. Les pongo 4 estrellas porque no aceptan chinchillas.

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Receta San Jacobos de rechupete: Sanjacobos o San Jacobos, da igual como queráis llamarlos, es una receta de carne sencilla a más no poder y que seguro forma parte de los recuerdos de infancia de más de uno. A mí me trasladan a otra época, cuando en casa nos preparaban algún sanjacobo para cenar. Si sobraba alguno, al día siguiente desaparecía misteriosamente del plato y me lo comía en el patio del colegio. En todo caso esta receta, hecha en casa, puede ser de las que están de rechupete. Además los sanjacobos son una versión más sencilla de otros platos de su misma familia como los flamenquines, las propietas, el cordón bleu, un buen cachopo o el saltimbocca italiano. Todas estas recetas tienen la misma base, lardear con queso un trozo de carne, más o menos aliñada yo adobada para protegerla y darle sabor durante su fritura, rebozada en harina, huevo y pan rallado. Preparación de los San Jacobos. Rebozado 1.Con cada una de las lonchas de jamón cocido haremos una especie de libro en el que pondremos una loncha de queso. 2.Doblamos el jamón por la mitad y dejando el queso en su interior. 3.Hacemos cada san Jacobo con dos libritos, con lo que en cada uno irán dos lonchas de jamón y dos de queso. 4.Empanaremos los san Jacobos con el clásico rebozado, pasándolos por harina, huevo y pan rallado. 5.La harina ayuda a que el huevo se adhiera mejor al jamón cocido, y el huevo actúa como pegamento para fijar el pan rallado. Hay quien da una capa y hay

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